El patrullaje a las afueras de los campus de la BUAP  y de la UPAEP es uno de los acuerdos a los que llegaron el gobierno del estado y los universitarios que este martes salieron a las calles a exigir justicia por el asesinato de tres de sus compañeros.

Tras casi dos horas, la comitiva universitaria que dialogó con el gobernador de Puebla dio a conocer los acuerdos que se establecieron en Casa Aguayo.

Uno de estos es que habrá rondines con elementos de seguridad en ciertas unidades académicas de la BUAP, como Medicina y Comunicación, así como en el campus de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

El patrullaje en las instalaciones educativas se llevará a cabo a partir de este martes, desde las 18 a 22 horas. De no ser así, los alumnos deben reportarlo ante la autoridad.

Asimismo, se determinó que este miércoles se llevará a cabo una segunda mesa de diálogo con el Ejecutivo estatal y los rectores de la BUAP y la UPAEP, con el propósito de escuchar las necesidades en materia de seguridad de la comunidad universitaria, como es el caso de cámaras de vigilancia en los campus.

En cuanto al esclarecimiento de los asesinatos de los estudiantes de medicina, Luis Miguel Barbosa les recalcó que no quedará impune y ofreció que a más tardar el fin de semana dará a conocer más avances del caso.

Entrevistados afuera de Casa Aguayo, uno de los alumnos dijo que el mandatario no habló sobre los tres detenidos, pues argumentó que la investigación sigue para saber con claridad qué sucedió.

Los universitarios dieron su voto de confianza a las autoridades estatales  acerca de que no habrá impunidad en el caso de sus compañeros.

Conductores de UBER piden justicia por su compañero

Paralelo a la marcha de los universitarios, conductores de Uber y DiDi se unieron a la protesta por el asesinato de su compañero Josué, asesinado en  Santa María Xalmimilulco, en Huejotzingo, junto con los universitarios.

Los inconformes dijeron ya estar cansados de los constantes asaltos de los que son víctimas todos los días, por lo que pidieron al gobierno garantizar seguridad para que puedan ofrecer sus servicios.

Entre claxonazos y gritos de justicia, los choferes avanzaron sobre el bulevar 5 de Mayo hasta llegar a Casa Aguayo.

Los inconformes escribieron en los cristales laterales de sus vehículos escribieron las leyendas: «No quiero ser el próximo», «Ya basta, estoy con los estudiantes», «Ni un usuario más ni conductor», «Basta, Justicia», «No violencia respeto».

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