Como un efecto distractor de parte del gobierno del Estado, calificó la dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN), Genoveva Huerta Villegas las acusaciones de que han iniciado la defensa de los integrantes de la familia Valencia Ávila en el municipio de Venustiano Carranza, y que son acusados de tener nexos con el robo de combustible.
Sin negar que asesoren a este grupo político, la representante panista insistió en que se trata de una estrategia de parte de la autoridad estatal para desviar la atención a la falta de control y organización de parte de la autoridad para entregar los apoyos alimentarios por la crisis de la contingencia del COVID-19.
Pues sentenció que se desconocen los datos oficiales, como la lista de beneficiarios de estos apoyos, los cuales aseguró, solo se están entregando a personas ligadas al partido Morena, pues existen poblanos como en el municipio de Chichiquila, que no han recibido ningún tipo de apoyo a pesar de que también cuentan con necesidades urgentes.
“Es un distractor que tienen ante la incapacidad de controlar la pandemia, hoy mismo, lo declaró que el sistema está rebasado, no hay repuestas, no nos van a callar”.
Así mismo Huerta Villegas dijo desconocer las críticas que han realizado algunos panistas como Rafael Micalco Méndez y Ana Teresa Aranda Orozco, los cuales calificaron como grave el hecho de que la dirigencia defienda a una familia que ha sido vinculada en temas de delincuencia.
La delincuencia no se ha detenido
Así mismo la líder panista denunció que con la pandemia, se ha dejado de lado el combate a la inseguridad, a pesar de que ha ido en aumento.
Durante la conferencia virtual, Huerta Villegas agregó que ni los cambios efectuados en la Secretaría de Seguridad Pública, ni la renta de mil patrullas, ni el capricho de arrebatar el control de las policías municipales ha detenido la ola delictiva, por el contrario, Puebla sigue sumergido en el miedo.
Ya que dijo que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública marzo ha sido el mes más violento, pero la tendencia es creciente y abril se perfila para registrar una mayor cantidad de delitos.