Elementos de la Policía Estatal iniciaron un paro de labores para exigir un aumento de salario, un seguro de vida por Covid-19, y un bono adicional por el riesgo que significa trabajar en las calles durante la pandemia.
Al interior de las instalaciones de la institución ubicadas en el barrio de Analco, los uniformados reprocharon que desde hace ocho años sus condiciones salariales y laborales son las mismas, al grado de que hoy los policías municipales ganan más que ellos.
Además, reprocharon que en meses que personas ajenas a la corporación y al estado, con poco conocimiento de los problemas de la institución, llegaron a puestos claves.
En plena protesta arribaron los secretarios de Gobernación David Méndez Márquez, y el de Seguridad, Raciel López Salazar, quienes entablaron diálogo con los policías y escucharon sus peticiones.
Enseguida, Márquez propuso la creación de una comisión para hacer la entrega formal del pliego petitorio, lo cual fue rechazado por los uniformados, ante el temor de que los elementos que la integren terminen por vender a la corporación a cambio de beneficios propios, como ya sucedió en otro momento.
Frente a este panorama, el funcionario estatal intentó persuadirlos para entablar diálogo, y les pidió tiempo para la Secretaría de Finanzas analice si es posible autorizar un incremento salarial, de acuerdo con el escalafón en que se encuentren; sin embargo, reconoció que existe una crisis en todos los sectores.
En respuesta, los policías señalaron que esperarán a conocer la propuesta del gobierno para volver a dialogar, mientras que los secretarios salieron del lugar a bordo de sus camionetas.
Un oficial raso percibe actualmente un salario de siete mil pesos mensuales, contra los 12 mil pesos que ganan un policía del municipio de Puebla.
Los policías estatales permanecen dentro de las oficinas de la dependencia, donde colocaron lonas con sus demandas.