Luis Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, aseguró que no aceptará cambiar el semáforo epidemiológico a petición del gobierno federal como sugirió ocurrió en la Ciudad de México por estrategia.
Con este argumento, dijo que ve “muy complejo” que el regreso a clases en la entidad se dé el 10 de agosto, ya que para poder garantizar condiciones de seguridad a maestros y alumnos, es necesario esperar a que el semáforo se encuentre por lo menos en color naranja o amarillo.
Hasta la noche del miércoles, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que las clases presenciales en más de 10 mil escuelas comenzarán hasta que Puebla tenga semáforo verde, por lo que la fase compensatoria programada para mes siguiente podría posponerse.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario estatal recalcó que aún no hay condiciones para retomar las actividades escolares y que en este tema no se correrán riesgos.
“No podemos regresar al ciclo escolar hasta que no haya semáforo naranja o amarillo. No se hará un cambio de semáforo en Puebla por estrategia como se hizo en la Ciudad de México. Yo no accederé a ese punto”, enfatizó.
Hay contagios de Covid-19 en todas las dependencias de gobierno
De paso, Barbosa Huerta reconoció que en todas las dependencias estatales hay trabajadores contagiados de coronavirus y varios decesos, los cuales dijo que fueron producto de la convivencia social y no por ejercer sus labores.
Así, rechazó que en las oficinas de gobierno se carezca de un protocolo para el cuidado del personal, además de que quienes presentan síntomas son enviados a sus casas.
“Tenemos en todas las dependencias contagiados y hay fallecidos, pero no por falta de cuidados sino porque el contagio es horizontal, porque todos tienen una vida personal y en esos entornos todo es imprevisible. Ya quítense esa idea de que en las dependencias no se han tomado las previsiones”, declaró.
El mandatario indicó que hasta hoy está activo sólo un tercio del personal estatal hasta que el semáforo epidemiológico cambie de color.