El estrés provoca que aumente hasta en un 70 por ciento la violencia en los hogares, así lo dio a conocer la psicóloga de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) Guadalupe Lourdes Hernández Rodríguez.
En entrevista para Síntesis mencionó que en el caso de los niños que cursan preescolar no es recomendable que pasen demasiadas horas frente al televisor o frente a una computadora, ya que les provocará problemas de vista, los cuales comenzarán a aparecer a los 20 años de edad.
“Lo más importante es que los padres de familia estén súper pendiente del aprendizaje de los menores de edad y que aquellos que tendrán que tomar clases en televisión o en computadora sea por lapsos de una hora y tengan descansos”, precisó.
La especialista dijo que el estrés en niños pequeños puede causarles, angustia, distracción, aburrimiento, cansancio, ira, enojo y la pérdida de sueño.
Ante dicha situación expresó que debido a que la pandemia continuará y las clases seguirán siendo en línea es recomendable que los menores de edad tengan pequeños descansos entre cada clase que toman.
El mismo problema los presentarán los niños que cursan el nivel de primaria y secundaria, quienes enfrentan ansiedad y deserción escolar, por la saturación de actividades educativas.
“Desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde están conectados en línea los estudiantes y sin descansos, aunado a lo anterior enfrentan una saturación de actividades pedagógicas, lo que generan que tengan estrés, por lo que se requiere cambiar estrategias de enseñanza y aprendizaje”, precisó.
Guadalupe Lourdes Hernández mencionó que se deben trabajar por parte de los docentes con estrategias que permitan a los niños y jóvenes ser más productivos y participativos, además de darles espacios entre cada clase de un lapso de 10 a 15 minutos.
Asimismo, precisó que se debe fomentar la participación en plataformas digitales que les permita a los niños y muchachos tener participación en un marco de desarrollo social.
“No se les debe considerar entes aislados, sino que se debe integrarlos”, comentó.
Explicó que también los académicos y académicas enfrentan estrés porque tienen que trabajar de una forma diferente a como lo venían haciendo y lograr que los niños tengan una adaptación a nuevos modelos de enseñanza educativa.
“Se tiene que evolucionar a una nueva era digital de manera más productiva, pero se deben adecuar a cada una de las necesidades que cada quien requiera”, destacó.
En el caso de los padres de familia también sufren estrés porque han perdido sus empleos o están percibiendo 50 por ciento de su salario que no les alcanza para mantener a su familia.
“Hay frustración en los padres de familia porque sus hijos no tienen herramientas para trabajar y no están haciendo sus tareas o tienen saturación de trabajo y tienen que vigilar que todos sus hijos cumplen con lo que les asignaron en las escuelas”, puntualizó.
