Las noticias relacionadas con el abuso sexual a niños/as generan gran alarma social ocasionando reacciones en actores estratégicos; así fue que a través de un diputado llega al Congreso local de Puebla para su análisis y en su caso aprobación, la iniciativa para sancionar con tratamiento de inhibición sexual, conocido como castración química, a quienes cometan delitos sexuales contra menores de edad, también contempla sancionar actos de exhibicionismo sexual de la misma forma.

En 1966 el sexólogo John Money fue el primer estadounidense en aplicar la castración química al recetar acetato de medroxiprogesterona como tratamiento para pacientes pedófilos. Actualmente el Depo Provera es de uso común en países que usan esta sanción; ocasiona reducción en el nivel de testosterona que disminuye el impulso sexual más antidepresivos que tienen como efecto secundario la disfunción sexual del sujeto.

La propuesta ha tenido una recepción favorable en la opinión pública pues se percibe como una intimidación a los posibles agresores. Si bien agravar la sanción es un factor criminorepelente, la solución integral convoca a atender también otras circunstancias, como la falta de denuncia.

En México, los casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes son difícilmente denunciados, incluso la encuesta más importante en el país sobre victimización (ENVIPE) no recoge datos de violencia sexual contra personas menores de 18 años, los datos relacionados a estos ataques son escasos o se encuentran fragmentados entre las distintas instituciones encargadas de atenderlos como los Sistemas DIF.

El artículo 19º de la Convención sobre los Derechos de la Niñez establece por violencia “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.

En este sentido las ciencias sociales orientadas a la perspectiva de niñez, documentan los efectos de un modelo social adultocentrado como generador de abuso contra niños o niñas; este modelo de interacción familiar se materializa en conductas abusivas de los individuos educados en entornos violentos y con connotaciones de abuso sexual, es decir, no necesariamente que hayan sido violentados sexualmente pero si expuestos a ideas y dinámicas familiares de abuso hacia los infantes.

Si la familia está inmersa en una paternidad negligente donde los cuidados hacia los menores son escasos se abre un espacio para los pedófilos en el entorno, el abuso sexual contempla exposición a pornografía, mostrarse desnudo ante el niño/niña, hacerlo que se desnude, obligarlo a presenciar actos eróticos entre adultos o entre menores y en el caso más grave la violación sexual.

Un pedófilo no solo debe ser encarcelado o inhibido sexualmente, el sujeto criminal nos lleva a explorar su entorno, saber cómo se constituyó en alguien con esa capacidad de daño, la mayoría de los pedófilos en prisión manifiestan como verdad que la niña/o los provocó sexualmente, que el menor se les insinuó, no tienen datos de enfermedad mental así piensan la realidad por los elementos y circunstancias en su familia de origen.

Plantear la castración química es un anexo que busca atender alguna causa biológica de la pedofilia, sin datos científicos que demuestren que la pedofilia es de origen genético u hormonal será necesario incluir a otras ciencias que generen estrategias para su real erradicación.

El daño a la sociedad es profundo, los niños víctimas de un pedófilo habrán perdido la confianza en los adultos, tendrán la sensación de no haber sido cuidados, no sabrán cuidar a sus propios hijos y si están severamente afectados sin ser atendidos hay altas probabilidades de manifestar la conducta o permitirla en su entorno, en todos los casos habrán perdido la oportunidad de una vida plena, la agresión sexual perturba su futuro.

Tenemos que darle lugar a la prevención; la primera infancia es un período crítico para afianzar los beneficios de los cuidados hacia la niñez. En la solución vamos todos.

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