Al considerar que la Universidad Pública ha significado una tentación autoritaria por parte de gobernantes, la Cámara de Diputados, aprobó exhortar al Gobierno de Puebla y al Congreso del Estado para que respeten la autonomía de la BUAP.
Antes de finalizar el Periodo Ordinario de Sesiones, el Pleno de San Lázaro, avaló el Punto de Acuerdo de la legisladora del PRD, Frida Esparza Márquez, en el que denunció que desde diciembre del 2019, el gobierno del estado de Puebla a través de su congreso y de la Auditoría Superior del Estado de Puebla ha emprendido una campaña de hostigamiento en contra de las autoridades universitarias bajo el argumento de llevar a cabo una auditoria cuya pretensión, antes de transparentar el manejo de los recursos, implica la búsqueda de control de la universidad por parte del gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Recordó, que durante el mes de enero, sin la aplicación de los protocolos institucionales correspondientes, la Auditoria Superior del Estado buscó fiscalizar los recursos federales que recibe la institución, hecho que transgrede la autonomía universitaria al no corresponder dentro del ámbito de jurisdicción del órgano estatal, siendo la Auditoría Superior de la Federación (ASF), quien de acuerdo con la Constitución Federal, es la única institución facultada para llevar a cabo ese ejercicio.
Consideró que, bajo el estandarte de la transparencia se está transgrediendo la autonomía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Esparza Márquez, refirió que la autonomía universitaria, es la base de la educación superior que otorga a las universidades públicas estatales independencia en el desempeño de sus funciones, capacidad jurídica y libertad en la formación de pensamiento crítico. “Transgredir la autonomía implica someter la universidad bajo el control de un poder político externo para fines ajenos a los educativos, culturales o de vocación social”, concluyó.
Advirtió, que la intromisión del gobierno en la universidad implica el control en la formación del pensamiento analítico que, en gran parte de las ocasiones, desemboca en críticas y posicionamientos que pueden incomodar e incluso ir en contra de las administraciones en turno, especialmente cuando su gestión carece de rumbo.