Superamos el 2020 con todas las pruebas que nos impuso dejando una sociedad dolida, lastimada, empobrecida y de luto. Una de las cosas que no nos podemos dar el lujo de perder es la capacidad de asombro, superamos cada día las cifras de contagiados, fallecidos, amigos que perdieron su trabajo, empresas que cerraron definitivamente, amigos o familiares con ansiedad y depresión más lo que se acumule. Y no es que tengamos que hacer drama por todo, pero lo cierto es que estamos en un momento de gran indiferencia ante el dolor ajeno.
Han sido meses de incertidumbre y si a eso le sumamos la nefasta gestión que las autoridades están dando a la economía y a la pandemia, la preocupación de todos es mayúscula, para muestra un botón, la reprobable conducta del subsecretario de salud federal, que con la anuencia del presidente, tuvo la cara dura de irse de vacaciones en el momento más crítico de la pandemia. Así de responsable y empático es, y dicho por el propio presidente, “ya quisieran muchos países tenerlo como responsable de la pandemia” ¡Lo que no tienen es vergüenza! Por cierto, el manejo del programa de vacunación Covid-19 tiene tufo electoral. Al tiempo.
Este 2021 tiene altas expectativas. Deseamos un año de alivio, de recuperación, de felicidad, de estabilidad emocional, de salud, de conciencia ciudadana al participar en las elecciones del primer domingo de junio, porque lo que está en juego es nuestro futuro. La democracia de este país está en peligro, lo que vemos es una sed y hambre de poder que no satisface nada ni nadie. Lo que ocurrió en Estados Unidos la semana pasada es una muestra de cómo el poder enloquece a las personas y son capaces de cualquier atrocidad.
Necesitamos una sociedad comprometida que a pesar de la pandemia participe y cuestione a todos los candidatos que empezarán a desfilar en las benditas redes sociales.
Así que iniciando el año ya sabemos qué tenemos que hacer, cuidemos nuestra salud física y emocional, sigamos y cumplamos con las medidas de protección sanitaria, mantengámonos bien informados sobre las políticas del gobierno que nos benefician o nos perjudican. No fomentemos la corrupción, no actuemos al margen de la ley. Cuidemos nuestro trabajo, nuestra familia y nuestra economía. Seamos empáticos y no permitamos que la indiferencia nos domine. Preparémonos para un 2021 de gran consciencia ciudadana, difícil pero no perdido.
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