Ante un juez federal en Cancún, Quintana Roo, el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, se reservó su derecho a declarar ante la acusación de tortura por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) en agravio de la periodista Lydia Cacho.
Durante la audiencia, su defensa solicitó la duplicidad del término constitucional, correspondiente a 144 horas para que se resuelva su situación jurídica, sin embargo, al ser acusado por un delito grave se le indicó que deberá permanecer en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Cancún.
El también llamado Gober Precioso solicitó que su proceso fuera en arraigo domiciliario, argumentando padecimiento en el riñón y peligro de contagio de Covid-19 en el penal por ser una persona de la tercera edad, al contar con 66 años de edad, petición que fue denegada por el juez.
Marín Torres fue detenido el miércoles en Acapulco, Guerrero, luego de casi dos años de estar prófugo de la justicia tras librarse la orden de aprehensión que había en su contra.