Por si no lo había notado, cuando escucha una estación de radio la programación se divide por horas, en cada una de esos 60 minutos hay generalmente cortes comerciales cada 12 minutos que contienen alrededor de 8 spots de 30 segundos, es decir un total de 4 minutos por corte y si son 5 a la hora, estamos hablando que son 20 minutos de puro patrocinador; los restantes 40 minutos se escucharán aproximadamente 12 canciones, comentarios de locutores e identificaciones de la estación. Ese es el modelo de programación que desde hace décadas se desarrolla en casi todas las estaciones de nuestro país.
Pero todo lo que sucede al aire se ve modificado cada ocasión que hay elecciones, ya sean locales o federales; como es el caso de este año 2021, cuando se tendrán comicios para renovar a los 500 diputados que ¿nos representan? en la Cámara de Diputados, así como diversos cargos de representación popular como presidencias municipales, legislaturas locales y algunas gubernaturas a lo largo y ancho del territorio mexicano. Es lo que se conoce como “elecciones intermedias”, mismas que medirán el pulso social que las diferentes fuerzas políticas nacionales tendrán hacia la renovación del Poder Ejecutivo Federal en 2024 y donde la radio tendrá una importante intervención para la toma de decisiones ciudadanas, pues de alguna u otra forma, más del 70 % de los mexicanos escuchan este medio, que ya tiene la indicación del Instituto Nacional Electoral (INE), para que poco más de 198 mil anuncios políticos, sean diariamente transmitidos en las 2 mil 60 radiodifusoras del país.
Esto significa que cada estación deberá programar en sus espacios comerciales un total de 96 spots entre las 6 de la mañana y las 12 de la madrugada, lo que lógicamente (y después de lo que le comenté al inicio de esta misiva) indica que sería colocado un spot cada corte comercial, sin embargo el INE entregó las respectivas órdenes de transmisión a los concesionarios de radio, junto con los materiales auditivos para la atención de la campaña de reposición de credenciales, así como cualquier otro promocional indispensable para el desarrollo del Proceso Electoral Federal; pautas que no marcan la división de forma tan sencilla, pues sus fórmulas para la transmisión de la propaganda política está observada por los principios de equidad de cada uno de los partidos políticos y coaliciones que se formaron para contender en estás que señalan “son las elecciones más grandes de la historia” (siempre dicen lo mismo).
Así que no desesperemos, pues el espectro radiofónico está ya plagado de anuncios en los que además se escuchan denostaciones, críticas, reclamos y todo tipo de acusaciones entre los institutos políticos, candidatos y candidatas para tratar de atraer la atención de una audiencia cansada de politiquerías, promesas a incumplir y propuestas que rayan (en muchos de los casos) en lo ridículo de la narrativa discursiva que se utiliza durante los tiempos de campañas electorales y donde incluso tenemos que ver a personajes eternos que van de puesto en puesto, o bien para conocer a quienes no tienen ni la más remota idea de cómo hacer gobierno, generar leyes o representar a las y los ciudadanos, pero que por ser artistas, deportistas o cantantes, sienten que pueden alcanzar esos niveles, como si se tratara de un simple empleo.
El INE ha señalado que el papel de los medios de comunicación, especialmente de los electrónicos, es primordial para que las elecciones “se consoliden como una escuela de democracia y pueda conformarse el voto informado y en consecuencia el voto libre”, de tal forma que entre los lineamientos aprobados por el órgano electoral se busca garantizar la libertad de expresión y la libre manifestación de las ideas, por lo que se hicieron sendas recomendaciones a conductores de noticiarios respecto al tratamiento de la información y sobre la difusión que hagan de las actividades desarrolladas por los partidos políticos y de las candidaturas independientes.
Se trata pues, de ofrecer equidad en la presencia que los candidatos independientes, coaliciones y partidos políticos tengan en los programas que difunden noticias en radio, observar la prohibición constitucional de transmitir publicidad o propaganda como información periodística y noticiosa, así como diferenciar las opiniones de las notas periodísticas. También se debe respetar el derecho de réplica, así como la vida privada de las y los candidatos, no promover la discriminación, ni la violencia política contra las mujeres en razón de género, entre otros temas como el promover programas de debate, la igualdad de género y evitar a toda costa la transmisión de noticias falsas (fake news).
Por cierto, el 6 de junio se renovará la Cámara de Diputados, al elegirse 300 diputaciones de mayoría relativa y 200 de representación proporcional. A nivel local 15 entidades elegirán gobernador y se votará para renovar diputados en 30 congresos, es decir mil 63 legisladores estatales; además de mil 926 ayuntamientos y juntas municipales. En total 98.4 millones de mexicanas y mexicanos tendremos en nuestras manos el derecho de ejercer nuestro sufragio.
Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted, ¡muy buen día!
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