Dueños de balnearios se encuentran listos para regresar los sábados y domingos, una vez que el decreto del Gobierno del Estado les permite ofrecer sus servicios.

Pasó más de un año para que lograran reabrir sus puertas por la pandemia covid-19, que afectó a todo el mundo.

En este sentido, el encargado del Balneario Puerto Escondido, Gabriel Bello Rojas, relató que las pérdidas fueron millonarias, cerca de cuatro millones de pesos, en su caso.

Para que el negocio no cayera dijo, tuvo que empeñar diversos objetos y recurrir  a préstamos en el banco.

Vendió unidades de tractor, mesas y otras cosas para poder subsistir, pero también la crisis llegó hasta su familia, pues ya no pudo pagar las mensualidades de sus hijos, sin contar a los empleados que se quedaron sin su fuente laboral.

Tras la reapertura, dijo que están listos para recibir al público, con todas las medidas de higiene establecidas en el decreto.

Pero además tomaron cursos en el IMSS, en Protección Civil Estatal, en la Secretaría del Trabajo, y en la Cámara de Baños y Balnearios.

En la entrada de los balnearios se cuenta con las medidas sanitarias: gel antibacterial, tapetes sanitizantes y cabinas desinfectantes.

Las albercas se limpian constantemente y son cloradas para evitar riesgos.

Al final, dijo que durante la crisis sanitaria tuvieron que dar mantenimiento para evitar más daños: “las albercas se limpiaron y llenaron, el pasto y los árboles se recortaron”.

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