Ahora que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta puso el dedo en la llaga en relación a los famosos “Túneles de Puebla”, sería bueno que se despejen las dudas sobre la veracidad o no de estos espacios.
Porque ciertamente los gobiernos morenovallistas invirtieron millones y millones de pesos en la rehabilitación, adecuación, apertura y promoción de los famosos túneles descubiertos en la ciudad de Puebla.
Fue la administración de Rafael Moreno Valle Rosas, incluso, la que hecho a andar el programa llamado “Los secretos de Puebla”, ejecutada por el gobierno de Tony Gali, el cual se difundió internacionalmente debido al entonces “gran valor histórico” de su descubrimiento.
Empero, son muchas las interrogantes que surgen sobre los mentados túneles de Puebla, los cuales ahora, tras las declaraciones del mandatario poblano, quedan en tela de juicio y se ponen en duda para bien o para mal del estado y los ciudadanos.
Sobe todo porque en su momento el programa y los túneles sí resultaron un atractivo para el turismo local, nacional e internacional, el cual habría sido un engaño de comprobarse que estos espacios no eran ni parte de una vía de escape de la época de la revolución, ni trincheras de la batalla del 5 de Mayo de 1862 contra las tropas francesas, por parte del Ejército de Oriente, ni mucho menos vías de transporte de carga o de comunicación para la iglesia, sino unos simples desagües.
Porque la sugerencia es que son solo parte de la red del drenaje antiguo de la ciudad, tal vez los desagües del río San Francisco que atravesó en algún momento la ciudad de Puebla para unirse con otros torrentes como el Atoyac.
Que frustrante saber que aquellos enigmáticos y misteriosos túneles poblanos. presumidos y promovidos en todo el mundo, podrían resultar toda una farsa.
¿A poco no es hasta triste?
Y aún más si se confirma que sólo fue una simple estrategia propagandística fraguada, creada y difundida sólo para atraer turismo, para agenciarse un supuesto descubrimiento histórico inexistente en beneficio de un negocio millonario.
Que tema tan polémico.
Me parece un tema hasta delicado que podría afectar a muchos funcionarios, ex funcionarios involucrados en la promoción de los Túneles de Puebla y hasta los mismos ciudadanos.
Puebla simple y sencillamente sería el hazmerreír del turismo internacional porque se habría utilizado una mentira para poner al estado en una parte de la historia que no le corresponde.
Habrá que esperar a que se confirme si además de los falsos “túneles” de los drenajes de los Lavaderos de Almoloya, el resto de los lugares subterráneos abiertos en toda la gestión morenovallista, como los túneles del Puente de Bubas o el pasaje histórico del 5 de Mayo, también son un fraude.
Me pregunto qué tendrán que decir al respecto personajes como el actual Secretario de Cultura, Sergio Vergara Berdejo, quien en su momento, como Gerente del Centro Histórico, en el gobierno galista, fue de los principales promotores de los famosos túneles de Puebla.
¿Por qué, entonces, no aclaró que estos túneles no eran más que simples drenajes como se confirmó en el caso de los lavaderos de Almoloya?
¿Por qué habría seguido el juego y la mentira?
Y lo mismo tendría que responder el Colegio de Arquitectos, institución que habría participado en la apertura y “descubrimiento” de la red de túneles en el Centro Histórico de Puebla.
Asimismo, historiadores, académicos, especialistas, la gente del INAH y todos aquellos involucrados, quienes habrían callado ante una gravísima mentira instaurada, insisto, sólo para hacer negocio con el turismo.
Porque ahora resulta que nadie sabía de los supuestos túneles construidos debajo de los lavaderos de Almoloya. Me parece que más bien todos se hicieron patos por no contradecir a los empresarios del lugar.
Vaya golpe y porrazo para los poblanos.
Y pensar que los supuestos túneles de Puebla estaban conectados del Centro Histórico hasta los Fuertes de Loreto y Guadalupe, tal vez por algo nunca se abrió el tramo completo.
Porque al parecer resulta que todo sería un fraude.
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