Durante muchos años, desde la oposición, Andrés Manuel López Obrador se opuso
tajantemente a que el ejército estuviera en las calles realizando funciones de
seguridad pública.
Hoy, a cuatro años de su gobierno, al darse cuenta de que no pudieron cumplir con
todo lo que implicó la reforma constitucional para crear la guardia nacional y para
justificar que ha fallado su estrategia de seguridad para combatir a la delincuencia y
defender a los mexicanos; al tiempo de saber que hay más muertos que durante todo
el gobierno de Calderón y Peña Nieto, decide el presidente militarizar el país.
El presidente sabe que ya no puede culpar al pasado, porque ya han pasado 4 años de
su gobierno de cuarta, de mentiras, de ocurrencias y de muertos
Primero nos amenazaron con una reforma constitucional, luego afirmó que emitiría un
decreto presidencial, pero al darse cuenta de que a todas luces era inconstitucional,
decide presentar una iniciativa que anunció de carácter preferente, pero terminó
siendo de trámite ordinario.
Al final, los diputados de morena y sus aliados hacen suya la iniciativa del presidente y
abusando de su mayoría indolente, dispensan los trámites y violentan el proceso
legislativo en un tema de la más alta importancia.
Un principio básico de derecho es la supremacía de las leyes que nos enseña que la
constitución es la ley suprema, y que las leyes secundarias, reglamentos, decretos y
acuerdos, deben ceñirse a ella.
Por eso la supremacía de la Constitución en un estado de derecho es fundamental, por
seguridad jurídica, congruencia y armonía entre las propias leyes.
Y cuando hay controversia, para eso está la suprema corte de justicia de la nación para
determinar cómo se deben ajustar a la constitución.
Como todos sabemos, engañaron a los mexicanos prometiendo que los militares se
iban a regresar a los cuarteles cuando se llenaban la boca afirmando que no iban a
permitir la militarización del país.
Por eso les duele la exhibida que se les está dando en medios de comunicación y redes
sociales por su cambio de postura política de sumisión al aceptar la militarización de la
guardia nacional, y con eso, la militarización del país.
La iniciativa votada en la mañana del sábado es violatoria de la constitución. Pongo
únicamente tres párrafos comparativos entre lo que dice la constitución y lo que se
votó por la mayoría indolente.
CONSTITUCIÓN ART. 21: Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la guardia
nacional, serán de carácter civil.
DICTÁMEN APROBADO: Se faculta a la SEDENA para tener el control operativo y
administrativo de la guardia nacional.
CONSTITUCIÓN ART.21: La federación contará con una institución policial de carácter
civil denominada guardia nacional
DICTÁMEN APROBADO: La ejecución de la estrategia de seguridad corresponde a la
SEDENA
CONSTITUCIÓN ART.21: La ley determinará la estructura orgánica y de dirección de la
guardia nacional, que estará adscrita a la secretaría del ramo de seguridad pública.
DICTÁMEN APROBADO: Se trasladan funciones y mando de la guardia nacional a la
SEDENA
Más claro, no se puede presentar.
Lo que sigue es la votación en el senado que, en caso de ser aprobatoria, la oposición
está obligada a presentar una acción de inconstitucionalidad para que al final, decida la
suprema corte de justicia de la Nación.
*Es Diputado Federal del PAN por Puebla