En las reflexiones que haremos en esta y las siguientes entregas entraremos a la revisión de los riesgos que se tienen en el acceso a la internet y el manejo que las empresas hacen al proveer el servicio de redes sociales. En el libro “El filtro burbuja. Cómo la red decide lo que leemos y lo que pensamos” de Eli Pariser plantea las siguientes preocupaciones: “La democracia precisa de ciudadanos que vean las cosas desde el punto de vista de otros, pero en vez de eso cada vez estamos más encerrados en nuestras burbujas. La democracia demanda una dependencia con respecto a hechos compartidos, pero en su lugar se nos ofrecen universos paralelos separados” (15)
Continúa su reflexión: La burbuja de filtros introduce dinámicas a las que no nos habíamos enfrentado antes (que nos obliga a entender los nuevos retos a los que nos enfrentamos): En primer lugar, estás solo. En una época en la que el intercambio de información es la base de la experiencia compartida, la burbuja de filtros actúa como una fuerza centrífuga que nos separa (se manifiesta el mismo efecto que en el uso de la tecnología, la facilidad de comunicación paradójicamente aleja más el intercambio entre las personas). En segundo lugar, la burbuja de filtros es invisible (es difícil darse cuenta el cómo de manera espontánea cedemos nuestras preferencias de información, esa es una de las cuestiones más graves). Por último, uno no elige entrar en la burbuja (se manifiesta sin que se alerte a la persona usuaria que se lleva a cabo el filtro). (19)
Ryan Calo, citado por el autor le dijo que toda tecnología es una interfaz, un lugar en el que tú dejas de ser tú y empieza la tecnología. Cuando la función de esta es mostrarte el mundo, acaba por sentarse entre tú y la realidad, como la lente de una cámara. Se trata de una posición muy poderosa: Tienen muchas maneras de sesgar tu percepción del mundo. Y eso es justamente lo que hace la burbuja de filtros. (23) De ahí el comentario inicial de los embates a la democracia al sesgar la información y limitarla en la pluralidad, lo cual solo puede reforzar la preferencia sin que se confronten ideas que no necesariamente se compartan
Los costos de la burbuja de filtros son tanto personales como culturales. Tiene consecuencias directas para quienes utilizamos filtros personalizados. Y tienen consecuencias sociales, que surgen cuando numerosas personas empiezan a vivir una vida dentro de una burbuja de filtros. (23) Estos efectos generan una preocupante realidad en donde se incita la discriminación y se reduce la tolerancia a la diferencia.
La personalización se basa en un trato. A cambio del servicio de filtrado proporcionamos a las grandes empresas una enorme cantidad de información relativa a nuestra vida cotidiana, gran parte de la cual no se la confiaríamos ni a nuestros amigos. Estas compañías aprovechan cada vez mejor estos datos para tomar decisiones a diarios… En última instancia, el filtro burbuja puede afectar a nuestra capacidad para elegir cómo queremos vivir. Cuando entramos en un filtro burbuja, permitimos que las empresas que lo construyen elijan opciones y estilos de vida. (25)
Se invita a leer la obra completa, el análisis que se detalla en la misma expone la gran preocupación de estas prácticas que no deben ser normalizadas, sobre todo con el impacto que manifiesta en diversas áreas de la sociedad y el ejercicio de derechos.
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