A Bali se llegó con la esperanza de lograr junto con China y Estados Unidos, una mesa de diálogo para la paz entre Ucrania y Rusia. De hecho, la intervención por streaming del mandatario ucranio, Volodímir Zelenski, tras la inauguración de los trabajos el día 15 de noviembre, precisamente encaminó a pedir a ambos países fungir como garantes de una paz que nadie pueda volver a fracturar en Ucrania.

Justo en los días previos a la Cumbre del G20, las tropas rusas de forma repentina salieron de Jersón, una ciudad que mantenían ocupada desde marzo pasado; y una de las cuatro anexionadas ilegalmente por Rusia y que el propio dictador ruso ordenó considerar en la Constitución como territorio ruso. El presidente Zelenski, tras la retirada de las tropas, viajó a la zona para evaluar los daños.

Con este gesto hubo quienes interpretaron una señal del Kremlin disponible para negociar y el propio Zelenski llegó a declarar in situ que “Ucrania estaba lista para la paz”, un mensaje que no había vuelto a repetir en los últimos cinco meses.
En el primer día de sesiones del G20, los líderes que en su conjunto representan el 90% del PIB global, convergieron a favor de vivir en un mundo en paz y cuestionaron el grave impacto que sus propios países están sufriendo con la situación en Ucrania y que solo ha provocado mayor vulnerabilidad en los más necesitados. Por vez primera, China e India y hasta México, se alinearon con los intereses de los otros países presentes para disgusto, de Serguéi Lavrov, el canciller ruso, que ha podido atestiguar cómo Rusia va quedándose sola con su invasión.

Patrick Wintour, corresponsal de The Guardian, informó que Jinping dijo en su discurso ante los líderes presentes que estaba en contra de la “armamentización” de los alimentos y de la energía. Y también reivindicó su total oposición a utilizar armas nucleares porque “una guerra nuclear no debería librarse nunca”.

También, Narendra Modi, primer ministro de India, demandó un alto al fuego lo más rápido posible y criticó que la ONU como institución multilateral no haya podido evitar la guerra.
Precisamente por la noche, durante la cena de líderes en la que Lavrov no participó porque retornó a Moscú (tras criticar la politización del encuentro) desde Varsovia, el Ministerio de Defensa, denunció un ataque inesperado con misiles rusos en su territorio en la localidad de Przewodów con el saldo de dos personas fallecidas.

Un ataque en territorio de la OTAN, el mismo que Biden y su ministro de Defensa, Lloyd Austin, afirman vehemente que defenderán cada pulgada ante Rusia.

La noticia corrió como la pólvora en medio de la confusión y la desinformación en los propios medios de comunicación europeos, unos a otros se contradecían y entre las especulaciones llegó a mencionarse el impacto de un misil; luego de dos o inclusive solo fragmentos de un misil pero todos coincidían en darle la autoría a las tropas rusas.

Luego de que Lavrov abandonó la reunión del G20, Ucrania fue bombardeada de forma sistemática y coordinada no solo en su capital Kiev, sino en otros 14 puntos en el país, para destruir la infraestructura energética y eléctrica y también con ataques a residencias civiles. De acuerdo con la defensa ucrania han sido los bombardeos más duros de la guerra con una batería de 100 misiles.

A COLACIÓN
Al interior de Polonia, tanto el gobierno como los medios de comunicación, apuntaron hacia Rusia como la culpable del misil que mató a dos personas cerca de la frontera con Ucrania. Sin embargo, el presidente Biden ha dicho que no son los rusos.

La nueva versión que va cobrando fuerza de ser la oficial –avalada desde el Pentágono– es que restos de un misil lanzado por la defensa antiaérea ucrania en su acción de repeler el ataque de las bombas rusas, en su trayectoria, cayeron del otro lado de la frontera con la mala fortuna de matar a dos granjeros.

En Bruselas, en la reunión extraordinaria convocada por la OTAN, con los
embajadores de los 30 países miembros, los presentes llegaron a la misma conclusión y el propio Stoltenberg, declaró a los medios de comunicación que “la OTAN está en constante comunicación con Rusia” y que en ningún momento la Alianza quiere o pretende librar una guerra con Rusia.

El misil es ucranio, no ruso, se ha reiterado con insistencia desde la Casa Blanca… el mundo retorna a su tensa calma e insisto solo China y Estados Unidos pueden asumir un rol de corresponsabilidad ante Ucrania y Rusia a favor de la paz.

@claudialunapale

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here