Que nunca más vuelva a suceder que un periodista o su medio de comunicación sean llevados al banquillo de acusados, señalados y hostigados ante un juez para que, coaccionados revelen su fuente o sus fuentes de información. Hacerlo o la cárcel… hacerlo o una multa enorme… hacerlo o incluso poner en riesgo la supervivencia del medio de comunicación.

En los últimos días en España se está legislando a todo vapor, hay prisa por sacar adelante todo lo que el gobierno del socialista Pedro Sánchez tiene entre sus planes y es que se le acaba ya el tiempo; el próximo año será un año preelectoral (si no sucede un adelanto electoral) y en 2024 habrá elecciones para elegir al nuevo presidente. El mandatario Sánchez quiere quedarse otros cuatro años más.

La actividad legislativa en estos últimos meses ha sido frenética y bastante interesante, también cuestionable como la famosa Ley Trans que todavía no prospera.

Mientras se pretende la agenda más progresista de la historia del país ibérico, miembros del PSOE han mantenido diversas reuniones con las asociaciones de periodistas de las que resultó un acuerdo para introducir una enmienda a la Ley de Protección al Denunciante.
Como lo adelantó el Diario.es la intención fundamental es velar por el derecho de los periodistas “a no revelar la identidad de sus fuentes” tampoco “cualquier otra información que pudiera conducir directa o indirectamente a su identificación”.

Precisamente este periódico vivió un calvario legal desde 2021 debido a una publicación (7 de diciembre de 2020) en la que mencionaba todo el listado con fotografías de 697 bienes del Pazo de Meirás que la familia del dictador Francisco Franco ocupó y utilizó como suya aunque fuese un Patrimonio Nacional.

En su momento la titular del juzgado 29 de Madrid, María Cristina Díaz exigió al Diario.es que revelase quién o quienes habían dado ese archivo al citado medio de comunicación dado que la familia Franco entabló una querella contra la funcionaria encargada precisamente de dicha documentación.

Pues bien, el PSOE ha decidido proteger el derecho de los periodistas y de los medios de comunicación para no revelar sus fuentes; además salvaguarda el secreto profesional y evita la persecución del periodista.

A COLACIÓN

El propio el Diario.es ha tenido acceso a las modificaciones que se plantean a la ley orgánica de protección del secreto profesional del periodismo en la que también se consignará: “Que en los casos en que el director, la directora o persona equivalente del medio de comunicación conozca la identidad de la fuente la misma gozará de la misma protección que el periodista en la custodia del secreto profesional”.

De acuerdo con el citado medio, hay dos casos en los que el amparo no funciona: “si la fuente ha falseado la información y cuando la revelación sea el único medio para evitar un daño grave e inminente a la vida o integridad física o a la seguridad de las personas”.

En la actualidad vivimos tiempos convulsos a nivel mundial, la información y el acceso a ésta debería ser un derecho sagrado, los periodistas tenemos un deber y una obligación esencial: llevar la información a la gente, al ciudadano de a pie. Hacerle saber todas aquellas cosas que otras personas, instituciones, funcionarios, gobiernos, órganos, organismos y en suma, el Estado, no quisieran que se enterara.

Las tentaciones están por todas partes no solo en las autocracias también en las democracias, la polarización es otro de los factores que tiende a afectar igualmente el trabajo de los periodistas y de los medios de comunicación.

En todos aquellos que ejercemos el periodismo, hay una especie de código entendido como si fuese una especie de Biblia y es que a la fuente de información se le cuida, se le protege.

Desde luego es parte del oficio, primero que nada verificar que la información que está llegando a las manos de un periodista sea real y fidedigna. Lo es igualmente, que el periodista tenga la sagacidad de no dejarse utilizar –por el filtrador– como un arma de destrucción masiva contra otra o bien otras personas o sectores o empresas porque
esconda detrás alguna venganza personal. Ser periodista es una actividad
delicada.

@claudialunapale

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