López obrador afirmó hace un par de meses que sabía quién iba a ser el candidato de la oposición.

Estaba pensando en Santiago Creel, que hasta ese momento encabezaba las
preferencias entre los posibles precandidatos de la oposición.

Todavía no aparecía en la escena política la senadora de la República Xóchitl Gálvez,
pero una vez que se presentó en palacio nacional a hacer valer su derecho de réplica,
que un juez le había otorgado, López Obrador da la instrucción de no permitirle la
entrada a la mañanera.

Sin proponérselo, el mismo presidente le dio los reflectores que se necesitaban para
responder a la pregunta envenenada de que donde estaba el, o la candidata de la
oposición.

Pasaron dos meses y en el momento político más importante para la oposición en este
proceso, en donde se iba a definir quién iba a ser la coordinadora del Frente Amplio
por México, el presidente ahora afirmó que había ganado la apuesta porque él sabía
que iba a ser Xóchitl.

Si el presidente creyó que era el único que sabía que iba a ser Xóchitl quien coordinaralos esfuerzos de la oposición, de cara al proceso electoral del 24, se equivocó.
La mayoría de las y los ciudadanos mexicanos, sabíamos que una vez que levantó la
mano para contender, lo más seguro es que iba a crecer como la espuma y
posicionarse de tal manera que ya no fue necesaria la votación de los que se habían
inscrito en la plataforma del frente.

La sociedad civil quedó satisfecha y los militantes de los tres partidos políticos que
conforman el Frente Amplio por México también, así que da lo mismo que el
presidente diga que ganó una apuesta que nadie sabe con quién la hizo.

Con la entrega de la constancia a Xóchitl Gálvez; con su participación a nombre de los
grupos parlamentarios del Partido Acción Nacional en la sesión de congreso general;
con el extraordinario discurso que pronunció en tribuna y con las concentraciones
ciudadanas en más de 65 ciudades de la República, las mexicanas y los mexicanos
deben saber que es Xóchitl a quién se le ha encargado que la esperanza de un cambio
democrático en nuestro país, sea posible.

La esperanza cambió de manos.

La oposición le ha arrebatado la narrativa a López Obrador, quién ahora debería estar
más preocupado en hacer creíble lo que la mayoría ya sabemos que pasará, que en su
encuesta gansito, la designada por el dedo presidencial va a ser la corcholata Claudia
Sheinbaum.

El presidente debe reconocer que en el proceso interno de morena hubo excesos,
descalificaciones, violaciones a la ley, actos anticipados de campaña, posible utilización
de los recursos públicos, promoción personalizada de la imagen y trampas, muchas
trampas.

Morena se va a dividir con la designación presidencial y lo que más le va a doler al
presidente es que en el Frente Amplio por México seguimos unidos y con el mismo
objetivo, apoyar con todo a Xóchitl, porque Xóchitl va.

*Es Diputado Federal del PAN

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