Alma Liliana Velázquez/ Síntesis

Una vez más la Feria Nacional de la Michelada rompió todas las expectativas y miles de poblanos se dieron cita a esta actividad para disfrutar de una cerveza en sus diferentes especialidades.

Tal y como ha sido en otras ocasiones, hubo desorganización y pleito entre algunos de los asistentes que no tomaron con medida, así como altos  precios al producto y que todo dependía del vaso que buscarán. Aunado a ello, quienes hicieron su agosto fueron los estacionamientos y “viene, viene”.

En esta ocasión, la gran Pirámide se convirtió en testigo de una gran cantina y es que más de 70 locales fueron expuestos a lo largo y ancho de la plaza Soria donde se comercializó diferentes tipos de preparados, desde michelada, mangada, chelatamarindo, todo ello a un costo de 90 hasta los 140 pesos.

Sin embargo, acorde al vaso el precio incrementaba, tan sólo el vaso lego costaba 250 pesos con el preparado del gusto del cliente; el pato tuvo un costo de 180 pesos y apenas le cabían dos cervezas, pero nada de eso importó con la finalidad de disfrutar de esta gran fiesta de la cerveza.

Miles de jóvenes se dieron cita y disfrutaron de la música, del ambiente y al final, los que se pasaron de alcohol protagonizaron algunos pleitos así como desmanes en las calles de la milenaria ciudad.

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