En un lote de terracería a espaldas de un parque industrial se encuentra el Telebachillerato Comunitario No. 62 de San José Monte Chiquito, en el municipio de Santiago Miahuatlán. En él estudia Andrea Avendaño, quien cursa el sexto semestre y se encuentra lista para ingresar a la universidad de su región para continuar con sus estudios.

Andrea ingresó al telebachillerato en 2021. La pandemia de la covid-19 la obligó a tomar clases de forma virtual los primeros cuatro semestres, lo que dificultó enormemente que pudiera seguir con su aprendizaje.

Se reincorporó de forma presencial para iniciar el último año de clases en el Telebachillerato Comunitario No. 62, pero lo que ella no esperaba era encontrarse con un panorama que a su edad nunca había vivido: la escuela donde estudiaría no tenía acceso a la energía eléctrica. Hasta que se instalaron paneles solares gracias a un programa de Iberdrola México.

Con gran soltura, Andrea cuenta que estudiar en una escuela que no tenía acceso al sistema eléctrico convencional implicaba para ella y sus compañeros no poder consultar los contenidos digitales que marcan los programas de estudio. Para ella, esto complicó seguir materias como la de historia, pues como relata: “tenía que imaginarme lo que decía la maestra”.

En octubre del año pasado, Iberdrola México llegó a la comunidad con el programa Luces de Esperanza, un proyecto que lleva energía eléctrica mediante paneles solares a las comunidades rurales que no cuentan con el servicio.

Al igual que el Telebachillerato de Andrea y sus compañeros, en esta primera fase del programa, 11 escuelas más y 81 viviendas fueron equipadas con sistemas fotovoltaicos (conformados por paneles y baterías), en beneficio de más de 1,800 personas en el estado de Puebla.

Para celebrar la llegada de la electricidad a las aulas de esta institución educativa de San José Monte Chiquito, se celebró en días pasados una emotiva ceremonia que reunió a un centenar de estudiantes, madres y padres de familia, así como autoridades estatales y locales.

De acuerdo con Erika Fernández, coordinadora de Fundación Iberdrola México, el programa nacido en 2019 ha impactado positivamente en la vida de más de 7,300 personas en los estados de Oaxaca, San Luis Potosí y Puebla, los tres estados a los que hasta la fecha ha llegado esta iniciativa.

“Este es uno de nuestros programas más queridos, pues va alineado a la naturaleza de nuestro negocio, que es brindar energía limpia y renovable. Además, con él contribuimos con el combate a la pobreza, el desarrollo de las comunidades y la protección del medio ambiente”, afirmó en su intervención durante la ceremonia de encendido de luces.

Asimismo, la representante de la empresa energética adelantó que ya se está trabajando para la realización de visitas de prefactibilidad para una segunda fase del programa Luces de Esperanza en Puebla, en beneficio de nuevas viviendas y centros comunitarios.

En nombre del profesorado y padres de familia de la institución, la directora del plantel, Claudia Lizbeth Torres, agradeció a Iberdrola México por el apoyo, mismo que ha significado un antes y un después en su institución.

“Hace unos meses no conocíamos el proyecto de Luces de Esperanza. Hoy, para mí, para mis alumnos y para los padres de familia, es un sueño hecho realidad, porque con ello podemos brindar una mejor calidad educativa. Esto representa un futuro brillante para nuestro alumnado que hoy estudia en esta institución”, puntualizó.

Al final de este evento, que también contó con una función de cinemóvil a cargo de Iberdrola México, las y los asistentes sostuvieron unas velas que fueron apagadas al compás de una cuenta regresiva que terminó con el encendido de las aulas, simbolizando el inicio de un futuro más brillante para los estudiantes de San José Monte Chiquito.

El presídium estuvo encabezado por Omar Eulogio Toledo, presidente municipal de Santiago Miahuatlán; Jaime Guzmán Orozco, subsecretario de Competitividad, Innovación y Emprendimiento; Miguel Mendoza Cruz, director general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación de Puebla y Erika Fernández, coordinadora de la Fundación Iberdrola México.

 

Un grupo de estudiantes del Telebachillerato sostienen velas durante la cuenta regresiva que, al terminar, encendió las luces de la institución.

 

 

 

Estudiantes de la institución pedalean los bicigeneradores que alimentan la proyección del cinemóvil de Iberdrola México.

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