La posible eliminación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) plantea una seria disyuntiva para México
Desde su creación, el IFT ha recaudado 180 mil millones de pesos para el erario público, además de generar ahorros de 805 mil millones de pesos para los usuarios de servicios de telecomunicaciones. Estos logros, sin embargo, no han sido suficientes para proteger al organismo de la propuesta del Congreso de suprimir varios órganos constitucionales autónomos, entre ellos el IFT.
El comisionado presidente en suplencia del IFT, Javier Juárez Mojica, ha defendido enérgicamente la continuidad del Instituto, subrayando su impacto positivo en la economía y la sociedad. La operación del IFT ha sido fundamental para mejorar la competencia y accesibilidad en el sector de telecomunicaciones, como lo demuestra el aumento en la penetración de banda ancha móvil y el incremento del acceso a internet en los hogares mexicanos.
A pesar de la incertidumbre que rodea su futuro, el IFT ha continuado con su regulación laboral y administrativa.
Recientemente, ofreció un total de 27 plazas vacantes con salarios superiores a los 86 mil pesos mensuales, dirigidas a especialistas en diversas áreas. Esta cuarta convocatoria de 2024 fue anunciada a través de las redes sociales oficiales del Instituto, demostrando que seguirá operando con normalidad mientras se decide su destino.
Además, el IFT ha tomado medidas firmes en el cumplimiento de sus funciones. La reciente orden de apagón por incumplimientos a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), programada para el 25 de junio de 2025 de la frecuencia XHMOM-FM Radio Mejor 99.1 FM en Morelia, es un claro mensaje a las organizaciones civiles que explotan concesiones de radio social y que han intentado burlar al órgano regulador mediante la transmisión de pausa comercial.
Este tipo de acciones refuerzan la importancia del IFT en la vigilancia y regulación del espectro radioeléctrico, una función clave para mantener la integridad del sector.
Por otro lado, la American Society de México (Amsoc), ha advertido sobre las implicaciones que tendría la desaparición del IFT en el cumplimiento de las obligaciones internacionales del país, específicamente en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque la eliminación del IFT no violaría directamente el tratado, podría afectar la implementación de disciplinas clave en transparencia y competencia.
El debate en torno al futuro del IFT no solo se centra en su costo de operación, sino en las posibles repercusiones para los usuarios y la inversión en el sector. Juárez Mojica ha expresado que, de concretarse la eliminación, se vería un retroceso en la operación de las telecomunicaciones, afectando tanto a consumidores como a inversionistas.
Mientras en el Congreso se continúa deliberando, el IFT sigue trabajando en su agenda, con la esperanza de que cualquier decisión final sea en beneficio del país y de los millones de usuarios que han visto mejorar sus servicios gracias al Instituto.
La eventual supresión del IFT no solo sería un golpe a la autonomía regulatoria, sino que podría marcar un retroceso en los avances tecnológicos y económicos logrados en la última década.
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