Con la reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, las empresas mexicanas atraviesan un nuevo periodo de inquietud. Si bien este proceso político augura dificultades en materia de precios y mano de obra, sería el sector logístico el más afectado por la incertidumbre.
Desde un incremento en el costo de la materia prima, hasta mayores aranceles para las empresas nacionales, los próximos años presentan un panorama complejo para la logística mexicana, haciendo que las empresas deban buscar nuevas estrategias para disminuir los riesgos e incrementar la rentabilidad.
La logística en México
De acuerdo a reportes recientes, la logística en México (al igual que en el resto de la región) se encuentra rezagada en comparación con la de las principales economías del mundo. Se estima que un porcentaje cercano al 40% de las empresas no ha sido capaz de digitalizar sus procesos, y hasta un 14% ni siquiera tendría planes de hacerlo en el corto plazo.
Aunque para muchos no parezca una estrategia de riesgo, lo cierto es que a medida que surgen nuevos retos en la economía, y más empresas invierten en su digitalización, menor será el potencial competitivo de estos negocios “anticuados”.
Pero, ¿Cómo impulsan el futuro del sector estas nuevas tecnologías?
● Automatización
De la mano de la Inteligencia Artificial (IA), las empresas de logística mexicana han comenzado a automatizar un buen número de tareas, desde la revisión de documentos y firmas digitales, hasta el transporte de mercancía dentro de las instalaciones. En algunos casos podemos ver empresas que implementan vehículos autónomos.
Las empresas que ya han introducido la IA en sus procesos diarios, también son capaces de detectar patrones de consumo, diseñar rutas más efectivas, y eliminar roles redundantes para aumentar la rentabilidad del negocio.
● Recopilación y análisis de datos
Un buen número de empresas también está operando dentro del paradigma del Internet de las Cosas (IoT), creando entramados complejos donde prácticamente todos los dispositivos se encuentran conectados a través de la red, recopilando y compartiendo información en tiempo real.
Estos datos pueden incluir la ubicación de la mercancía y los vehículos, pero también variables como el funcionamiento de la maquinaria e incluso la entrada y salida del personal.
Al juntar el IoT con la inteligencia artificial, las empresas son capaces de organizar y analizar estos datos de forma rápida, lo que sirve para optimizar la planificación estratégica, disminuir costos, agilizar los tiempos de entrega, entre otros.
● Mejor seguridad
Los centros logísticos, en conjunto con toda la cadena de valor, cuentan con más herramientas que nunca para la protección de la mercancía y el personal.
Desde sistemas de lectura de matrícula para prevenir el acceso de intrusos, hasta la implementación de sensores capaces de detectar anomalías en el ambiente, son muchas las herramientas que están mejorando la seguridad de los almacenes.
Las flotas de transporte también están adoptando distintos dispositivos para disminuir las probabilidades de ser víctimas de criminales en las carreteras nacionales, incluyendo sistemas de alerta, bloqueo y apagado remoto, ubicación en tiempo real y dispositivos capaces de bloquear los inhibidores de señal que se han popularizado entre los delincuentes.
Con respecto a los riesgos de brechas de seguridad virtual y ciberataques, exacerbados por el incremento en la recopilación de datos, la mayoría de las empresas está invirtiendo en software de ciberseguridad y formación del personal para disminuir las probabilidades de ser víctimas de cibercriminales.
● Simplificando la planificación
Otras herramientas, como la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) permiten que los distintos eslabones de la cadena logística simulen situaciones específicas sin riesgo. También pueden utilizarse para llevar a cabo renovaciones dentro de la empresa sin necesidad de grandes inversiones.
Igualmente, al adoptar tecnología como la Blockchain, las empresas pueden crear procesos más directos y transparentes para la verificación de documentos, algo esencial a la hora de agilizar los tiempos de recepción y entrega de mercancía.
● Sostenibilidad
De la mano de las nuevas tecnologías, la logística también estaría evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades ecológicas de la industria. Esto incluye el rediseño de rutas para minimizar el gasto de combustible al transportar mercancía, la transición a los vehículos eléctricos, el uso responsable de recursos, y la adecuada disposición de materias primas.
Al apoyarse en algunas de las tecnologías anteriormente listadas, las empresas de logística también pueden monitorear el funcionamiento de sus instalaciones para disminuir la huella de carbono, incluyendo el gasto de recursos básicos como el agua o la electricidad.
Con las reuniones pautadas entre el mandatario estadounidense y la presidenta Sheinbaum, el “efecto Trump” en la logística mexicana todavía está por verse. Sin embargo, la adopción de nuevas tecnologías se presenta como la única estrategia posible para mitigar los efectos de cualquier medida que pueda impactar la economía nacional.