En el año de 2018, Madeleine Albright publicó el libro bestseller número 1 del The New York Times, “FASCISMO. Una advertencia”. Albright fue la Secretaria de Estado en el periodo de Bill Clinton, además de embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Ante la llegada de Donald Trump a su primer mandato y con la preocupación de la perpetuidad de líderes “populares”, desde su origen migrante derivado de la Segunda Guerra Mundial, detalla lo siguiente:
“A diferencia de la monarquía o de una dictadura militar impuesta desde arriba, el fascismo obtiene energía de los hombres y las mujeres que están descontentos por una guerra perdida, un empleo perdido, el recuerdo de una humillación o la idea de que el país está en declive. Cuanto más dolor haya en el en la base del resentimiento, más fácil le resultará a un dirigente fascista obtener seguidores, sea incentivándolos con una mejora futura o prometiendo la devolución de lo robado.» [2]
En su libro, perfila sus reflexiones a través de la historia y sobre todo de los personajes que dieron inicio a esta forma de acceder al poder y de gobernar, como veremos, la preocupación de la autora es alertarnos sobre la presencia del fascismo que no es solo una etapa histórica, sino por el contrario, está latente de manera más contundente a partir de la guerra fría y de la llegada de supuestos líderes que permean en el escenario mundial a través de su gestión “normalizando” conductas deleznables que deben ser erradicadas.
“La primera regla del engaño es que, si se repite con la frecuencia suficiente, cualquier afirmación, historia o calumnia puede llegar a parecer plausible.”
El uso de la emoción como forma de conseguir adeptos y llegar (paradójicamente) al poder por la vía democrática, parte de señalar afirmaciones que despiertan el resentimiento, sin importar que estas sean ciertas o no, lo importante es alentar a esa masa inconforme que deja de participar en los procesos democráticos, para que se convierta en el fiel de la balanza en las elecciones cerradas, basta ver el caso del Brexit en donde en la consulta se manipuló a cierto sector de votante apático para que votara a favor de que Inglaterra se saliera de la Unión Europea, con el pretexto de que eran los migrantes los que los dejaron sin empleo ,cuestión que como se demostró (ante las vacantes en servicios y recolección agraria, que nadie llenó) era totalmente falso pero funcionó para tomar una decisión irracional que a la fecha sigue permeando en su estabilidad económica.
“Un fascista es alguien que se identifica en grado extremo con -y dice hablar en nombre de- un grupo una nación entera, que no siente preocupación alguna por los derechos de los demás, y que está dispuesto a utilizar los medios que sean necesarios – inclusive la violencia- para alcanzar sus objetivos. En esta concepción, un fascista sería posiblemente un tirano, pero un tirano no necesariamente es un fascista… Muchas veces, la diferencia entre uno y otro reside en el uso de las armas.”
Estos “iluminados” son los únicos que pueden interpretar el sentir del pueblo, su forma de hablar es un plural indefinido o bajo un nacionalismo rancio pero efectivo. No cualquiera logra ese efecto, depende del carisma y magnetismo del líder para que logre la legitimidad de acceder al poder, en donde esa mayoría pareciera que los exenta de rendir cuentas a nadie:
“Así empezó el fascismo del siglo XX: con un líder magnético que explotaba la insatisfacción generalizada prometiéndolo todo.”
La ventaja de prometer en campaña es que no se basa en el resultado inmediato y, ante la negligencia o falta de pericia, siempre se puede usar el bono de acusar a quienes estuvieron antes, no importa el tiempo que se lleve gobernando, el punto es lograr difuminar la responsabilidad y generar la división y encono sector determinado, con base en perversas manipulaciones que se insertan en la parte más negativa del ser humano que es la discriminación frente al derecho a las diferencias. En las próximas entregas revisaremos otras reflexiones que nos aporta la autora que es referente no solo desde la experiencia sino de su historia de vida.
X @TPDI
Profesora Investigadora UAM Cuajimalpa. @uamcuajimalpa, @Yo_SoyUAM
[1] Profesora Investigadora Titular C de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa. Catedrática de Licenciatura y Posgrado en la Facultad de Derecho UNAM.
[2] Para profundizar consultar: Albright, Madeleine. FASCISMO. Una advertencia, PAIDÖS, México, 2020. Las citas son de esa fuente.