Madrid, 20 mar.- Han pasado diez años desde el robo de cinco cuadros de Francis Bacon en una vivienda de Madrid en 2015, valorados en 25 millones de euros, y la Policía española sigue avanzando en las investigaciones, que han permitido recuperar cuatro de las obras sustraídas y detener a 17 personas implicadas en los hechos.

El último arresto, conocido este jueves, se produjo el pasado mes de febrero. Se trata de un ciudadano español de 42 años que ocultaba una de las obras, ‘Study por portrait 9 José Capelo’, tasada en cinco millones de euros. Ahora se le imputa la presunta autoría de un delito de receptación.

El robo, considerado el mayor de arte contemporáneo en España, se perpetró en junio de 2015 en el domicilio de Madrid de Capelo, un amigo y heredero de Francis Bacon al que el artista legó las obras antes de morir en 1992 a la edad de 82 años, precisamente en la capital, una ciudad a la que viajaba con frecuencia para visitar a sus amigos y admiradores.

Después de desactivar la alarma, los ladrones rompieron la cerradura y, una vez dentro, se hicieron con el botín: cuatro retratos y un autorretrato del pintor irlandés que estaban colgados de la pared y también en una caja fuerte.

La Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía española asumió las investigaciones, que comenzaron a dar sus frutos en febrero de 2016, a partir de un correo electrónico enviado por una entidad privada británica dedicada a la búsqueda de obras de arte robadas o desaparecidas.

El mensaje decía que una persona radicada en Sitges, localidad cercana a Barcelona, se había puesto en contacto con ellos para saber si una de las cinco obras robadas figuraba como sustraída. Adjuntaba, además, fotos inéditas del cuadro, una prueba trascendental para los investigadores.

A partir de aquella pista, la Policía detuvo poco después a siete personas presuntamente implicadas en el caso, y a otras tres más en enero de 2017. Entre ellos había un marchante de arte en Madrid y algunos miembros de un grupo organizado dedicado al robo de viviendas y establecimientos. El resto de arrestos se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años.

Gracias a algunas comunicaciones anónimas, el 10 de mayo de 2017 los investigadores hallaron el primero de los cinco cuadros robados: un retrato que Bacon, en el final de su vida, realizó de su heredero, José Capelo, en 1989. Fue encontrado en una vivienda de Madrid, debajo de una construcción de madera.

Más tarde, el 23 de junio de 2017, aparecieron otras dos pinturas en el cuarto de contadores del sótano de un edificio, y en mayo de 2024 se encontró la penúltima, también en Madrid. Hasta el momento, todas ellas han sido devueltas a su dueño.

La investigación continúa abierta de cara a recuperar el quinto y último cuadro, el autorretrato, y detener a las personas que lo sigan ocultando diez años después.

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