Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla, regresó este 2 de abril al penal del Altiplano, en el Estado de México, luego de pasar más de ocho meses en prisión domiciliaria. La decisión fue tomada por un juez federal, quien revocó la medida cautelar que le permitió permanecer en su casa de Xilotzingo, Puebla.
En agosto de 2024, Marín obtuvo el beneficio de continuar su proceso desde su domicilio, bajo vigilancia permanente de la Guardia Nacional. Sin embargo, su retorno a prisión fue ordenado tras una apelación presentada por la periodista Lydia Cacho, víctima en el caso por el que se le juzga.
Esta tarde, un operativo de seguridad escoltó al exmandatario de vuelta al Centro Federal de Readaptación Social Número 1, en Almoloya de Juárez. Fuentes cercanas indicaron que la decisión judicial respondió al riesgo de fuga, por lo que Marín fue notificado en su domicilio sobre el traslado.
El exgobernador enfrenta un proceso penal por tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho, quien en 2005 publicó el libro «Los Demonios del Edén», donde denunció una red de explotación infantil presuntamente vinculada con empresarios y políticos, entre ellos, Kamel Nacif y Jean Succar Kuri.
Marín fue detenido en febrero de 2021, en Acapulco, Guerrero, por agentes de la FGR, y trasladado a Quintana Roo para responder por las acusaciones en su contra. Su permanencia en prisión preventiva había sido flexibilizada con la prisión domiciliaria en 2024, pero la medida fue revocada, por lo que ahora deberá seguir su proceso tras las rejas en el Altiplano.
