Comentábamos en el artículo anterior las fallidas construcciones de dos aeropuertos para sustituir el de la Ciudad de México. Los de San Salvador Atenco en el gobierno de Fox en 2002, y el de Texcoco (NAICM) con Peña Nieto. Este último por la decisión del presidente electo Manuel López Obrador en noviembre de 2018, bajo el argumento, principalmente, de corrupción. Y comentamos también el arranque de la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, el AIFA, a cargo de SEDENA.
La cancelación del NAICM siempre será cuestionada. No tocar este episodio en esta narrativa de los Aeropuertos en México no podía evitarse, sobre todo porque se trataba de un megaproyecto que pretendía un “Hub” aeroportuario de punta en Latinoamérica. Contaba con un avance en su construcción del 30%, técnicamente disponía de las autorizaciones de las autoridades respectivas y disponía del visto bueno de organismos internacionales como la Asociación de Transportes Aéreo Internacional (IATA), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), de MITRE Corporation (servicios de ingeniería, investigación y desarrollo) y de nacionales como el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Autónoma de Nuevo León, entre otros.
Uno de los aspectos cuestionables fue el impacto económico de la cancelación que hizo el expresidente López Obrador. En este sentido, para valorar esta importante decisión es tener presente cuatro aspectos:1) El costo económico de la cancelación del NAICM, 2) La construcción del AIFA, con el argumento muy simple que solo se construirían dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucia, 3) El abandono presupuestal que tuvo el AICM y su consecuente deterioro por darle prioridad al AIFA, y 4) El impacto que el cierre del aeropuerto de Texcoco tuvo en el sistema aeroportuario mexicano.
En términos económicos diremos que originalmente se dijo que esta decisión costaría solo 110,000 mdp, casi 6000 mdd. Sin embargo, después de una revisión efectuada por la propia Auditoría Superior de la Federación (ASF) en 2021, las cifras cambiaron en un 232%, hacia arriba. El monto original lo dio la Secretaria de Comunicaciones, Transporte e Infraestructura (SCTI) en su documento “Razones para la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto en Texcoco”, publicado el 26 de abril de 2019. La ASF preciso en su propio informe que el cierre del aeropuerto de Texcoco costo al erario la cantidad de $331, 996,517 mdp. Es decir, casi 16.6 mil mdd. Un 232% más de lo previsto. Las razones de esta diferencia dice la ASF es que la SCTI considero solo la inversión ejecutada, pero no tomo en cuenta la terminación anticipada de contratos, ni lo relativo al esquema de financiamiento, ni los gastos legales implicados, ni los costos adicionales por obligaciones pendientes, entre otros rubros. Señaló además que este costo podría crecer. Hare, a partir de un reportaje de la revista FOBRES, y con sus datos, a manera de resumen el costo en pesos de la cancelación del aeropuerto:
$163, 540, 720 – Gastos ya ejecutados
$70, 497, 352 – Costos y Gastos no recuperables
$7, 629, 862 – Terminación anticipada de contratos
$50, 887, 785 – 30% de Bonos emitidos
$34, 027, 215 – Liquidación de certificados bursátiles
$448, 504 – Costos legales
$168, 455 – Costos por obligaciones pendientes
Sin duda, un alto costo represento el cierre del aeropuerto de Texcoco, que sumado después a lo que costo o está costando la construcción del AIFA es cuando podremos medir el verdadero impacto presupuestal de su cancelación.