La madrugada del domingo 18 de mayo, dos policías estatales fueron asesinados mientras cumplían con su labor de vigilancia en un predio asegurado, vinculado a una toma clandestina en los límites de Amozoc y la capital poblana.
Los elementos, identificados como José Antonio Valerio Rodríguez y Julio César Flores Guerra, se encontraban en servicio dentro de la patrulla 1144 de la Policía Estatal Preventiva (PEP) cuando fueron agredidos por sujetos aún no identificados. El ataque ocurrió sobre el Carril de San Cristóbal, según confirmó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) a través de un comunicado oficial.
El inmueble donde se encontraban cumplía funciones de resguardo tras una acción operativa relacionada con el robo de combustible, un delito que continúa representando un reto para las autoridades estatales.
Tras el hecho, la SSP lamentó la pérdida de los dos agentes y expresó su solidaridad con las familias, amistades y compañeros de los uniformados. También aseguró que, a nombre del gobierno encabezado por Alejandro Armenta, se brindará el acompañamiento necesario en estos momentos difíciles.
La dependencia subrayó que ya trabaja de forma conjunta con la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer el caso y detener a los responsables. “Estos hechos no quedarán impunes”, señala el comunicado, donde también se reafirma el compromiso de reforzar las acciones de seguridad para proteger a la ciudadanía y al propio personal policial.
