Kepa Amuchastegui, reconocido por su papel como don Roberto Mendoza, padre de Don Armando en la icónica telenovela “Yo soy Betty, la fea”, falleció la noche del martes 27 de mayo, según informó su familia a través de redes sociales. El actor colombiano tenía 81 años y murió “con un respiro lento y sereno”, de acuerdo con el comunicado publicado en Instagram.

Su deceso ocurrió en Bogotá, Colombia, donde también se llevarán a cabo los servicios funerarios este miércoles 28 de mayo. La noticia ha conmovido profundamente al público latinoamericano, especialmente a los seguidores de la famosa producción de RCN Televisión.

Luchaba contra el cáncer de vejiga

Semanas antes de su muerte, Amuchastegui reveló que enfrentaba un cáncer de vejiga. Fue operado en diciembre de 2024, pero estudios posteriores indicaron que la enfermedad ya se había extendido. Dado su estado de salud, los médicos descartaron tratamientos agresivos como la quimioterapia o la radiación.

El actor optó por inmunoterapia, una alternativa paliativa que ralentiza el avance del cáncer, pero no lo cura. Con entereza y lucidez, enfrentó su diagnóstico mientras permanecía cerca de su familia y su círculo más íntimo.

Una trayectoria de más de 40 producciones

Aunque es mundialmente recordado por su participación en “Betty, la fea”, la carrera de Kepa Amuchastegui abarcó mucho más. Fue actor, director, libretista y fundador del Teatro La Mama en Colombia. Su formación incluyó estudios teatrales en París y en la Royal Shakespeare Company de Londres.

Entre sus producciones más destacadas se encuentran:

  • “La casa de las dos palmas”

  • “Pobre Pablo”

  • “El manantial”

  • “Los pecados de Inés de Hinojosa”

  • “El olvido que seremos”, película dirigida por Fernando Trueba, donde interpretó a un arzobispo

En 2021, recibió el premio “Víctor Nieto a Toda una Vida”, otorgado por el Festival Internacional de Cine de Cartagena, reconociendo su aporte al arte escénico colombiano.

Un legado imborrable en la cultura latina

Kepa Amuchastegui deja un legado invaluable para el teatro, la televisión y el cine en Colombia y Latinoamérica. Su interpretación de personajes entrañables, su formación académica y su pasión por las artes lo convirtieron en un referente del talento y la sensibilidad artística.

Hoy, su partida se siente como la de un maestro, un hombre íntegro y un símbolo del arte escénico. Su familia, colegas y público lo recordarán con admiración y cariño.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here