Fernando Guadalupe Martínez Bravo salió de Puebla con rumbo a Acatlán de Osorio, pero nunca llegó a su destino. Desde la noche del 4 de julio, su familia volvió a saber de él, por lo que pidió apoyo para dar con su paradero.

El profesor, de 42 años, se trasladaba en una camioneta Kia Seltos gris, modelo 2025, con placas UBY909B. Sus seres queridos narraron que la última vez que tuvieron contacto con él fue alrededor de las 11 de la noche, cuando avisó a su esposa que ya iba en camino. Después de ese momento, su celular dejó de sonar y no hubo noticias de su ubicación.

Martínez Bravo, conocido entre sus conocidos como “El Diablo”, trabaja en una supervisión en Puebla. Tras su desaparición, inició una campaña en redes sociales para difundir su fotografía y datos, con la esperanza de recibir información que ayude a localizarlo.

Como seña particular, tiene un tatuaje en la mano derecha con los nombres Karla, Erick, Rashid y Liz Fernanda. Ante cualquier dato que pueda ayudar a encontrarlo, la familia pide comunicarse al número 221 264 6099, ya que temen por su integridad y buscan que regrese a casa.

Este caso se suma a la búsqueda de Juan Mauricio Pavón Tapia, de 31 años, desaparecido en Puebla desde el pasado 22 de junio. Ese día vestía playera roja de manga larga, pantalón de mezclilla gris, chamarra gris y tenis blancos.

Como señas particulares, Juan Mauricio tiene una cicatriz de 4 centímetros en la ceja derecha, un tatuaje con el rostro de su hijo en la pierna derecha, otro con el nombre “Many” en el brazo izquierdo y uno más con el nombre de su abuela en el pecho del lado izquierdo.

La Fiscalía General del Estado mantiene las investigaciones abiertas en ambos casos, mientras las familias continúan la búsqueda con la esperanza de recibir información que ayude a localizarlos.

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