Las autoridades detuvieron a Joaquín N., de 50 años, señalado como el autor material del asesinato de un ciudadano estadounidense ocurrido el pasado 4 de julio en el estacionamiento de Plaza Solesta, en Puebla. De acuerdo con las investigaciones, no actuó solo: habría planeado el ataque junto con dos hombres y una mujer con la intención de despojar a la víctima de dos relojes de lujo.
La captura se dio tras varias semanas de trabajo de inteligencia por parte de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y la Coordinación de Investigación de Homicidios de la Fiscalía General del Estado, quienes siguieron cada paso de los sospechosos a partir de grabaciones de cámaras y reportes de vigilancia.
Ese día, la víctima había acudido con su esposa al centro comercial Angelópolis para ajustar un reloj Rolex recién adquirido. Mientras esperaban el servicio, ella se interesó en un reloj Cartier con un valor cercano a 138 mil pesos, que terminaron comprando en efectivo. Según las autoridades, esa transacción despertó la atención de Joaquín, quien fue captado enviando mensajes a sus cómplices poco después.
Más tarde, el acusado se reunió con ellos en las inmediaciones de la plaza y luego se retiró. Los otros tres continuaron siguiendo a la pareja. Horas después, cuando el matrimonio se encontraba en Plaza Solesta para cenar, los agresores esperaron a que salieran del restaurante y los interceptaron en el estacionamiento subterráneo.
Los delincuentes intentaron arrebatarles los relojes, pero la resistencia de la pareja desató la violencia. El ciudadano estadounidense recibió un disparo que lo dejó gravemente herido, mientras que su esposa salió ilesa. Los responsables huyeron sin conseguir su objetivo.
Paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas acudieron al sitio y trasladaron a la víctima a un hospital cercano, donde perdió la vida minutos más tarde. Desde ese momento, fuerzas policiales desplegaron operativos en la zona sin éxito inmediato.
Con el avance de la investigación se logró identificar a Joaquín como pieza clave en el crimen, mientras que sus acompañantes serían de origen colombiano, lo que reforzó la hipótesis de la Secretaría de Seguridad Pública de que detrás del ataque estaría un grupo delictivo extranjero con presencia en la zona metropolitana de Puebla.
El caso sigue abierto, mientras la FGE continúa con las indagatorias para dar con los demás implicados y esclarecer por completo cómo se planeó y ejecutó el homicidio.