Se vivían momentos contra el régimen de Porfirio Díaz; la casa de los Serdán en Puebla fue el punto clandestino de la conspiración maderista. Aquiles, Máximo y Carmen Serdán guardaban armas para el levantamiento nacional contra la dictadura, planeado para el 20 de noviembre de 1910, según el Plan de San Luis. Sin embargo, las sospechas del gobierno llevaron a que la policía allanara su domicilio el 18 de noviembre de 1910. Al ser descubierto en un sótano secreto, Aquiles Serdán abrió fuego, ultimando a un policía y desencadenando un atroz tiroteo. Este enfrentamiento es considerado el primer choque armado de la Revolución Mexicana. Inmediatamente, la casa fue rodeada por soldados, iniciándose un asedio desigual y sangriento que se prolongó por horas.

Dentro de la vivienda, los hermanos Serdán y un pequeño grupo de correligionarios resistieron con extraordinaria valentía. Carmen Serdán se destacó empuñando un rifle y arengando a los combatientes. Uno a uno, los defensores fueron cayendo; Máximo Serdán fue de los primeros en morir, el 18 de noviembre. Después de una larga resistencia, Aquiles fue descubierto y asesinado en su escondite el 19 de noviembre. Aunque el levantamiento fue sofocado y pareció una derrota táctica, el sacrificio de los Serdán se convirtió en un símbolo poderoso. Su heroísmo, ocurrido apenas antes de la fecha oficial de la Revolución, inspiró a la nación a alzarse en armas. Su casa, hoy un museo con marcas de bala, permanece como un monumento a su lucha. Al final del día, la casa estaba devastada y los hermanos Serdán yacían muertos. Carmen Serdán y su madre, aunque resultaron heridas, sobrevivieron al ser arrestadas.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here