Tehuacán. Precedido por una serie de bailes típicos de esta región, se efectuó el ritual que marcó el inicio oficial de la tradicional matanza de ganado caprino y la temporada gastronómica del mole de caderas.
Ante unos mil espectadores, encabezados por el comisionado estatal de la Policía Federal , Teofilo Gutiérrez Zúñiga y el presidente municipal, Felipe de Jesús Patjane Martínez, reunidos en la explanada del Complejo Cultural El Carmen, comenzó el evento que se prolongó por más de tres horas, en cuyo lapso se contó con la participación de habitantes de diferentes comunidades, mismos que -ataviados con sus trajes típicos- presumieron sus danzas tradicionales.
Posteriormente, se dio paso a la Danza de la Matanza , ejecutada por el Ballet Folclórico Municipal, a cargo de Gerónimo Morales Bravo, en la cual se apreciaron algunos ajustes en la parte “ceremonial”.
En su intervención, el alcalde, resaltó la importancia de preservar y rescatar tradiciones como la de la matanza de ganado caprino que data del siglo XVII y que se pondera a través de un festival de índole cultural y artística desde hace más de dos décadas.
“Yo soy un hombre que siempre ha apreciado las tradiciones y me siento orgulloso de ser mexicano, poblano y tehuacanero”, citó el edil, al agradecer a los profesores, Eusebio Carrillo Castillo y Samuel Ortiz Guevara (t), por ser los artífices de la música y de la danza de la matanza.
“Las Cazuelas”
Previamente, Patjane Martínez inauguró la exposición denominada “Las Cazuelas”, como símbolo de arraigo a las raíces locales, monumento temporal, ubicado en la junta auxiliar de San Lorenzo Teotipilco, donde permanecerá durante la temporada del mole de caderas para después ser guardado hasta el próximo año.
Restauranteros
Juan Manuel Méndez Lezama, representante de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), precisó que el platillo se ofertará en 270 y hasta los 370 pesos, lo que dependerá del establecimiento donde se consuma y de los productos extras que se ofrezcan.
El empresario estimó un incremento de hasta el 10 por ciento en las ventas y consumo del guiso típico que se deriva de la tradicional matanza de ganado caprino.
Hoteleros
José Barroso Pérez, presidente de la Asociación de Hoteles de Tehuacán, confío en que el interés por degustar el tradicional “mole de caderas”, repunte el turismo regional e incremente en un 15 o 20 por ciento la demanda de hospedaje.
Actualmente, dijo que la ocupación de los hoteles se ubica en un 50 por ciento pero para los siguientes tres fines de semana hay confianza en que aumente, recalcando que la industria sin chimenea local ofrece espacios de una a cinco estrellas y precios accesibles a todos los bolsillos, con el plus de que todos los que tienen restaurante están sirviendo mole de caderas a un precio de 350 o 400 pesos, mismo que se mantuvo igual que el año anterior.
Las expectativas son buenas, citó, al indicar que por lo regular el 50 o 60 por ciento de la infraestructura hotelera local se encuentra “ociosa”, es decir, del total de 250 habitaciones disponibles en los 9 hoteles registrados, alrededor de 125 o más permanecen desocupadas la mayor parte del año, ante la escasez de turismo.
Sacrificarán alrededor de 5 mil chivos
Por otra parte, el introductor de ganado caprino, Iñigo García Manzanares, refirió que en la Hacienda “Doña Carlota” se sacrificarán entre 4 mil 500 y 5 mil chivos, en el lapso de un mes, con un receso intermedio por la fiesta de Todos los Santos y los Fieles Difuntos.
El juego de las caderas, que rinde para unas diez porciones, costará poco más de 850 pesos, siendo común que en estos días muchas familias locales se unan para comprar “los huesos”, para que la mamá, la abuela o la cocinera de su confianza prepare el guiso que se convierte así en factor de integración familiar.
Dicho platillo se prepara por alrededor de un mes, a partir del tercer jueves de octubre, mientras se desarrolla la matanza de ganado caprino, la cual data de la época colonial y efectúan matanceros de la mixteca, principalmente, de San Gabriel Chilac, así como de Zapotitlán Palmas y Huajuapan de León, Oaxaca.