Por si no lo ha notado aún, en la radio y la televisión nacionales, se despliega una estrategia que marcará el ritmo de la contienda política que se avecina, con más de 52 millones de spots que se transmitirán en radio y televisión durante las distintas etapas del proceso electoral federal.
Durante las campañas políticas en México, los partidos políticos y candidatos transmiten spots en radio y televisión para promocionar sus propuestas y candidaturas. Estos spots abordan temas como la promoción de la participación ciudadana, llamados a votar, prevención de la compra y coacción del voto, capacitación de funcionarios de casilla y fomento del voto informado y razonado.
Las precampañas, iniciadas el 20 de noviembre de 2023, permiten a los partidos difundir mensajes dirigidos “exclusivamente” a su militancia durante 60 días, sin hacer llamados al voto. Esta fase constituye un preludio estratégico donde las alianzas se forjan y los mensajes se ajustan para un público interno.
El periodo de intercampañas, del 19 de enero al 29 de febrero del 2024, será una pausa en esta dinámica y las campañas oficiales, del 1 de marzo al 29 de mayo, abrirán la puerta para dirigir mensajes al público en general, marcando el momento cumbre donde cada palabra e imagen serán cuidadosamente seleccionadas por los partidos políticos.
El día de la contienda, el 2 de junio, la ciudadanía elegirá Presidente de la República, Congreso de la Unión (diputados federales y senadores), ocho gubernaturas, la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y más de 20 mil cargos de elección popular, entre presidentes municipales y diputados locales, según sea el estado de la República.
Este será el punto álgido de una campaña construida con cada spot, mensaje e imagen proyectada.
En este escenario político, el Instituto Nacional Electoral (INE), juega un papel clave como director de orquesta y órgano regulador, toda vez que desde la reforma del 2007-2008, administra los tiempos estatales en radio y televisión, buscando mantener la equidad y distribuyendo 48 minutos diarios en cada estación de acuerdo con las etapas del proceso electoral.
Sin embargo, la distribución de los minutos diarios no garantiza automáticamente la calidad de los mensajes; la necesidad de un escrutinio más profundo sobre el contenido y la veracidad de lo que se difunde se hace cada vez más evidente.
Las campañas políticas en radio y televisión son vitales para la conexión directa con los votantes, pero a menudo se centran más en la retórica que en propuestas concretas, esto sin dejar de tomar en cuenta la saturación de anuncios que puede generar desinterés y escepticismo, dificultando la toma de decisiones informadas por parte del electorado. Además, la falta de regulación estricta permite la difusión de información engañosa, socavando la integridad del proceso democrático.
En este punto cumbre de las precampañas, queda en entredicho si el ritmo marcado por los innumerables spots realmente contribuye a una democracia robusta y participativa, o si simplemente alimenta una maquinaria política desgastada, que deja a los ciudadanos más confundidos que informados.
Es momento de sopesar la verdadera efectividad de este despliegue mediático y cuestionar si la cantidad de spots se traduce en calidad informativa y en última instancia, en una ciudadanía más empoderada y consciente.
Nos escuchamos la próxima, en tanto tenga usted ¡muy buen día!
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