Desde el 2020, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) en México, ha trabajado arduamente en iniciativas para fortalecer los Medios Indígenas y Comunitarios, con el fin de enriquecer la diversidad del ecosistema mediático mexicano.
A través de la colaboración con actores clave, se han impulsado afirmativas y políticas públicas que han permitido una mayor inclusión de estos medios acciones en la vida pública. Estos esfuerzos se alinean con la Convocatoria de Gobernanza Cultural financiada por la Unión Europea y la UNESCO, cuyo propósito es apoyar a los países en desarrollo en la creación de marcos regulatorios que fortalezcan las industrias culturales y creativas.
México ha sido uno de los principales beneficiarios de esta iniciativa, con el objetivo de apoyar a los Medios Indígenas y Comunitarios, mejorando sus condiciones legales, incentivando la producción en lenguas indígenas y generando mecanismos para su sostenibilidad. Este esfuerzo también incluye contenidos diversos en medios públicos y comerciales, fortaleciendo así la pluralidad cultural del país.
Dentro de este contexto, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en colaboración con el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla (CONCYTEP) y el Parlamento Comunitario de los Derechos de la Naturaleza, ha convocado al 5to Congreso Nacional de Radios Comunitarias a desarrollarse los días 17 y 18 de octubre, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Máxima Casa de Estudios en Puebla; evento que busca visibilizar las problemáticas y logros de las emisoras comunitarias y promover la participación ciudadana en los medios.
En este congreso, se discutirán temas como la historia de las radios comunitarias, su papel en el cambio social, las problemáticas económicas y políticas que enfrentan, y la libertad de expresión de los pueblos originarios.
Uno de los proyectos más recientes que ejemplifica estos esfuerzos es la creación de la Radio Comunitaria de Ocoyucan, un hito histórico para esta comunidad. Liderado por la Mtra. Angelina Aguirre Ocotoxtle y respaldado por la BUAP, este proyecto es una herramienta de transformación social que empodera a la población local al ofrecer un espacio donde sus historias y tradiciones pueden ser escuchadas.
Con una programación que incluye temas culturales, deportivos y tecnológicos, esta emisora no solo será la voz de Ocoyucan, sino un símbolo de unión y desarrollo comunitario.
La Dra. Angélica Mendieta Ramírez, directora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP, destacó el impacto de este proyecto al afirmar: «La creación de la Radio Comunitaria de Ocoyucan es un claro ejemplo de cómo la universidad puede extender su impacto más allá de las aulas, convirtiéndose en un verdadero agente de cambio social».
Este tipo de iniciativas no solo refuerzan el derecho a la libertad de expresión, sino que también consolidan a las radios comunitarias como actores esenciales en el fortalecimiento de la identidad cultural y la cohesión social en México.
Con un alcance que ya supera los 10 millones de personas, según el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), las radios comunitarias están marcando la diferencia en zonas rurales y comunidades vulnerables.
La proliferación de radios comunitarias en México revela un panorama talentoso, pero no exento de desafíos. Aunque estas emisoras han demostrado ser fundamentales para promover la identidad cultural, el acceso a la información y la educación en comunidades marginadas, también enfrentan barreras significativas.
La sostenibilidad económica, la falta de infraestructura adecuada y las limitaciones legales para operar con autonomía siguen siendo obstáculos críticos que limitan su crecimiento y estabilidad.
Es aquí donde las instituciones como la BUAP juegan un papel crucial, apoyando la capacitación técnica y la integración de estas radios en el ecosistema mediático nacional.
Sin embargo, el verdadero reto es más amplio: el Estado mexicano debe reconocer y fortalecer su papel como catalizador de una comunicación verdaderamente democrática.
A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer. Los Medios Indígenas y Comunitarios no solo necesitan apoyo técnico y financiero, sino también un marco legal robusto que les garantiza un espacio real en el espectro mediático. Es hora de que el gobierno mexicano, en conjunto con instituciones académicas y organizaciones internacionales, refuerce su compromiso para que estas radios no solo sobrevivan, sino que prosperen como verdaderos agentes de cambio social.
Solo así se podrá asegurar que las voces de Ocoyucan y otras comunidades sean escuchadas, reconocidas y respetadas en todo el país.
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