En muchas casas y lugares de trabajo en México y Latinoamérica, la radio analógica sigue presente, aunque su uso va disminuyendo progresivamente; todavía hay quienes escuchan la radio por antena, pero la mayoría se está trasladando a plataformas digitales.

No hay cifras exactas para 2025, pero la inercia de la costumbre es pesada. Familias en casas de adobe y trabajadores en la ciudad siguen sintonizando las frecuencias de siempre, con la voz del locutor, las noticias locales y la música de toda la vida; es un ritual que parece marchitarse, que se resiste a morir y que se hace más por hábito.

La radio por Internet y sobre todo los podcast, son las opciones preferidas de las nuevas generaciones que no han visto un dial analógico y claro, no saben de esa transición.

Para una persona menor de 30 años, la radio es una cosa extraña, no la buscan e incluso la evitan, pues prefieren elegir su música en Spotify, Apple Music, YouTube u otras plataformas; si son noticias, en Instagram y X, mientras que para los contenidos de fondo, para el relato largo, para la plática que se lleva a todas partes, prefieren los podcast especializados, pero solo en los temas que a ellas y ellos les interesa, no los que son de interés general o público.

Y este cambio no es exclusivo de América Latina. En España, la radio tradicional mantiene un público fiel, siendo la Cadena SER, por ejemplo, la que tiene más de 4.6 millones de oyentes diarios, superando a competidores como COPE y Onda Cero. En general, en Europa Occidental, el consumo de radio promedio es de una hora y 13 minutos diarios, cifra que supera a los medios en países de habla hispana, pues en Latinoamérica, el consumo de radio tradicional es más bajo, para dejar al descubierto el crecimiento de los podcast y seguir cambiando la manera en que las personas escuchan contenidos, especialmente los más jóvenes.

En México, se estima que alrededor de 49 millones de personas escucharán podcast en 2025, un crecimiento considerable si se compara con los 5 millones registrados en 2016 y donde los menores de 30 años, pertenecientes a la Generación Z, se alejan de la radio convencional y también del consumo de radio lineal por Internet. Para ellos, la radio tradicional y el podcast son conceptos que se confunden, ya que prefieren contenidos bajo demanda que les permiten elegir música, noticias y entretenimiento según sus intereses y horarios.

Este cambio representa un reto y una oportunidad para la industria y las autoridades.

La radio, como medio, está evolucionando y debe adaptarse al entorno digital, integrando los podcast y nuevas formas de transmitir sonido. La reciente reforma en México sobre telecomunicaciones, reconoce la importancia de impulsar contenidos sonoros digitales, pero aún es necesario avanzar en regulación que fomente la creación y protección de productos en formato podcast, asegurando la diversidad cultural y generacional.

Es fundamental que las leyes garanticen la libertad creativa, promuevan la pluralidad y la innovación, además, que faciliten el acceso a diversas audiencias, pues necesario se hace repetir que la radio tradicional no está desapareciendo, sino transformándose gracias a la tecnología para mantenerse vigente y relevante, no obstante, requiere apoyo de los poderes ejecutivo y legislativo, así como el compromiso de la industria para innovar con autenticidad y calidad.

Insisto, la radio puede y debe crear contenidos en formato de podcast para seguir vigente y el podcast debe aprender de la radio, de su profesionalismo, de su narrativa sonora, de su rigor, de su vigencia eterna.

Sigamos Haciendo Radio. ¡Llámalo Podcast!

Spotify: Bien y a la Primera de Omar Espinosa

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