Atlixco. Más allá del producto turístico en lo que lo han convertido las autoridades locales a lo largo de los años, este acto de fe, sí, el de llenarse de espinas y cadenas tanto el cuerpo como el alma comienza a propagarse por la ciudad.
Aunque por 102 años fueron una característica de la procesión de la comunidad franciscana en este, los hombres con taparrabos y vendaje en los ojos que arrastran cadenas bajo un sol ardiente y en la frente llevan una corona de espinas en alusión a la que soporto Jesucristo, actualmente se pueden observar en procesiones de las colonias del norte y del sur de la mancha urbana.
Y además desde hace algunos años en la procesión de la zona norte de Atlixco ciudad doblemente heroica, participan mujeres, convirtiendo así este acto de devoción religiosa en algo universal, en donde tienen cabida las peticiones, arrepentimientos, penitencias, agradecimientos tanto de mujeres como hombre que merecen a lo largo de su recorrido el mismo respeto tanto de los organizadores como de los espectadores.
De tal forma que este Viernes Santo al menos dos centenas de hombre y mujeres recorrieron la ciudad haciendo vibrar con sus cadenas atadas a los tobillos la conciencia de los habitantes de esta entidad removiendo, con su andar lento y pesado por las cadenas que llevaban atadas al cuerpo, la fe adormecida en muchos de ellos y la confianza en un ser que dio la vida por la humanidad.
ENGRILLADOS EN TRES PUNTOS DE ATLIXCO
Las procesiones o viacrucis en las que participan hombres y mujeres engrillados son tres hasta la fecha, la primera y más importante es la del templo de Santa María de la Asunción Acapetlahucan conocido más como el ex convento de San Francisco, en la que se registran casi 100 hombres anualmente, este 2018 fueron 90.
Tiene recorrido aproximado de un kilómetro de distancia iniciando en el templo ubicado en las faldas del cerro de San Miguel, desciende hacia la avenida Hidalgo donde da vuelta para internarse en el barrio más antiguo de esta ciudad, el de San Juan de Dios, pasando posteriormente frente al parque de la Soledad y subiendo de nueva cuenta a San Francisco.
Los engrillados forma parte de esta procesión y pese a que no son el tema principal de ella, con el pasar de los años se han convertido en la atracción que hace que gente de muchas partes del país y de fuera de este vengan a presenciar su recorrido.
La segunda procesión es la de la colonia Altavista, la cual inicia cera de las 11 de la mañana recorre cinco colonias de la parte norte de Atlixco que son Altavista, Benito Juárez, los Llanos, Infonavit, Vista Hermosa y los Ángeles, es un andar de casi cinco kilómetros en donde un grupo de actores y vecinos de dichas colonias van haciendo la representación de la vida y muerte de Jesucristo, acompañados de al menos 40 engrillados entre mujeres y hombres.
Finalmente en la parte sur de la ciudad otro contingente de hombres que pagan sus penitencias caminando este día engrillados y espinados salen de la capilla de la colonia Guadalupe Victoria, para recorres dicha zona acompañando imágenes santas.
ENGRILLADO UN ACTO DE FE
Casi al final del recorrido que ya causa estragos entre los 50 hombres que cargan cadenas y llevan espinas lastimando sus cuatro extremidades, Alicia Garcés integrante de la familia del mismo apellido y que desde hace 50 años coordina esta procesión nos relata que este acto de fe nació el día que un hombre buscando una forma de manifestar su devoción pensó en simular el momento aquel en que Jesús tuvo que cargar cadenas y soportar espinas antes de ser crucificado para limpiar a la humanidad de sus pecados, como una forma de devolverle a ese hombre sacrificio por el resto de los habitantes de este planeta.
Y aunque la coordinadora no señaló una fecha exacta del inicio de este acto, si se tiene registro de que fue al menos hace 102 años cuando ya un contingente de hombres con taparrabos negro y vendaje en los ojos recorrió las calles de San Juan de Dios.
En tanto que en el resto de la ciudad esto es reciente, al menos de una docena de años a la fecha.
RAZONES PARA ENGRILLARSE
Los motivos son muchos, tan diversos pero que se resumen la mayoría de las veces en un agradecimiento o una petición tal es el caso de uno de los que participo este 2018, pero que lo viene haciendo desde hace cuatro años.
Jorge forma parte de los engrillados de San Francisco y este año el acto tomó el sentido de un agradecimiento porque sus padres sobrevivieron al sismo del pasado 19 de septiembre. Relató a los medios de comunicación que aquel día trágico para muchos se encontraba trabajando en el Estado de México y las cinco horas que tardó en llegar a Atlixco se convirtieron en un verdadero más de incertidumbre y miedo, porque no había comunicación y los poco que se sabía hablaba de mucha destrucción y muertos.
Cuando finalmente llego y se percató que sus padres, ambos mayores de 60 años se encontraban sanos y salvos, aunque tuvieron que dejar el lugar donde vivían porque se vio severamente afectado, decidió agradecer a Jesucristo su recorrido como engrillado por mantener vivos a sus padres y así lo hizo ni el lento recorrido ni el sol, ni el suelo quemante lo detuvieron.
“Como un bálsamo en lo físico y en lo espiritual sentí el ingreso al templo de San Francisco, el lugar más fresco que percibí en todo el recorrido, el final del camino, la penitencia termino, me hinque, al entrar, me levante y escuché como el padre pidió a los presentes que oraran por nosotros para que fuéramos mejores hijos, mejores padres, mejores miembros de una sociedad y así será porque que sé que lo hicieron elevaron una oración por todos nosotros, gracias”, afirmó otro de los participantes.
ALFOMBRAS DE ASERRIN
Parte importante de las procesiones de Atlixco con las tradicionales y artísticas alfombras de aserrín pintado que año con año elaboran los vecinos de las colonias por donde se marca el recorrido.
Para el caso de la procesión de San Francisco en los archivos municipales se tienen registros de que al menos tiene 80 años de efectuarse esta labor artesanal que les lleva a los vecinos al menos ocho días de trabajo para conseguir el aserrín colorearlo y tener todo listo para iluminar cada Viernes Santo el paso del víacrucis. En tanto que en colonias como la Altavista se conoce que es desde hace 35 años.
Colocar las alfombras de aserrín promueve la unión no solo familiar en Atlixco si no vecinal, porque tienen que ponerse de acuerdo entre todas las familias para escoger el diseño que pueden hacerlo a mano alzada o con el apoyo de plantillas; acordar cuando o quien va pintar el aserrín, que colores necesitan en fin todo, púes colocar una alfombra de esquina a esquina cuesta al menos cinco mil pesos.