Para la atleta olímpica Madaí Pérez Carrillo, hacer lo que le gusta con pasión ha sido su mejor fórmula para lograr ser una de las mejores del mundo, al dedicar 25 años de su vida a correr y mantenerse los últimos quince lugares en el alto rendimiento.

Hacer lo que te gusta con pasión, el camino al éxito: Madaí PérezCon 37 años de edad, la tlaxcalteca señaló que su éxito no hubiera sido posible sin los retos que enfrentó desde su infancia, hasta el respaldo de su entrenador y actual esposo, Odilón Cuautle, con quien tiene dos hijos.

Hasta el momento, ha participado en 17 maratones en diferentes países del mundo, “nunca he contado todos pero me falta el continente Africano”.

La carrera de la atleta comenzó a los diez años de edad, en su municipio natal de Hueyotlipan, en un equipo donde se practicaba la marcha, pero siempre se inclinó por el atletismo.

En entrevista para Síntesis, Pérez Carrillo relató que lo más difícil en esa etapa fue romper el esquema de su familia conservadora, en la que no se practicaba el deporte, lo que volvió muy complicado obtener el permiso de sus padres.

Fue hasta que su única hermana quería ingresar a la escuela militar que sus padres accedieron a que ambas iniciaran la preparación física que se requería “un profesor la preparaba pero me tenían que dejar correr. Mi hermana no pudo meter los papeles porque no tenía la edad mínima, pero a mí ya no me pudieron sacar”.

Aunque sus padres no compartían su gusto por correr, siguió adelante pues estaba convencida de que había nacido para eso.

Recordó que a la edad de once años ya había logrado una pequeña beca infantil de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), con lo que juntaba para comprar sus tenis para participar en las competencias.

Expresó que en ocasiones tenía problemas familiares porque dejaba de ir a fiestas familiares porque tenía que entrenar “era una chica rara”.

Al entrar a la secundaria sus padres le comentaron que no debía bajar su promedio si quería seguir corriendo, pero a los 14 años logró ser subcampeona nacional en pruebas de 800 metros y campeona nacional en mil metros en la categoría infantil menor y mayor.

La primera carrera en la que obtuvo ingresos económicos fue en una que organizó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con lo que logró tener un “soporte” para seguir entrenando y dejar de pedirle a su familia para la escuela, aunque en la mayoría de las instituciones la apoyaron con los permisos y exámenes.

“Cuando quería participar en los Juegos Olímpicos, me dolía hasta el alma que mi padre no creyera que pudiera competir contra corredoras blancas, al decirme que yo era morena, delgada y pequeña, pero si no fuera así tal vez no lo habría logrado”.

A la edad de 20 años, Madaí Pérez, se casó y en su casa pensaron que era el final de su carrera deportiva, pero fue todo lo contrario, pues a partir de ese momento nació la atleta de alto rendimiento, con el respaldo que le dio su esposo y entrenador Odilón Cuautle, quien fue parte fundamental de ese desarrollo.

Una de sus experiencias más gratas fue que uno de sus tíos le dijo que cuando fuera a competir a Brasil la acompañaría, pero cuando finalmente fue su primera salida en 1998 a dicho país, le confesó que nunca pensó que fuera a llegar.

Adversidades la hicieron más fuerte

Madaí Pérez señaló que no le gusta ser negativa con lo que ha vivido, pues la parte más complicada fue cuando se encontraba sin dinero y lo poco que ganaba lo ocupaba para entrenar y estudiar, pero fueron situaciones que la hicieron ser más fuerte.

En general su vida la tenía cronometrada, pues tenía que distribuir el tiempo para evitar que se desfasara y con el dinero era igual, para comprar sus uniformes para las competencias.

Más tarde, recordó que un Día del Padre, precisamente su progenitor le dijo que si hubiera sabido hasta dónde iba a llegar, la habría apoyado, “entonces le contesté que si eso hubiera pasado, tal vez no hubiera llegado hasta donde está”.

Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fueron los más complicados de su vida profesional, pues pese a que había alcanzado madurez en la prueba de maratón, la edad adecuada y el entrenamiento necesario, una lesión en el tendón de Aquiles le impidió asistir.

“Estamos al filo de una lesión debido al alto desgaste al que llevamos al organismo, pero es difícil aceptarlo cuando sucede, estábamos a quince días de los Juegos Olímpicos de Londres y me quedé con mi uniforme, hidrataciones y mi maleta”.

También recordó que en esa temporada sufrió el fallecimiento de su padre a causa de un infarto fulminante, lo que volvió el momento más complicado, situación que mantuvo en crisis a su mamá y su hermana.

Sin embargo, refirió que debido a que actualmente radica en la capital del estado, prefiere imaginarse que su papá está en Hueyotlipan.

Necesario mejorar el apoyo a los deportistas

Con más de 25 años de experiencia en el atletismo, hasta la fecha Madaí Pérez, ha visto pasar tres generaciones de deportistas, situación que ha logrado con el plan de trabajo de su entrenador y la gente que la rodea.

En 2015 ingresó a la Secretaría de Marina (Semar) como prestadora de servicios, en donde ascendió a Teniente de Corbeta el quince de septiembre de 2016, lo que le ha dejado mucha satisfacción porque es algo que le gusta hacer el corazón sin pensar en recompensas materiales.

Sin embargo, expresó que es necesario que exista gente capacitada al frente de las instituciones del deporte, para no solo buscar reconocimientos inmediatos “un atleta de alto rendimiento tarda mínimo de ocho a diez años en formarse”.

De igual manera, refirió que es importante tomar en cuenta a los entrenadores que hacen su trabajo con pasión y que en ocasiones no son valorados, pese a que se vuelven patrocinadores para que un niño pueda superarse.

En este sentido, consideró que es necesario que exista un sistema para que el presupuesto llegue a donde se necesita, ya que en Tlaxcala no hay atletas de alto rendimiento y los que hay en el país son mayores de 30 años.

Y es que señaló que aunque hay talento, hacen falta recursos y saber diferenciar tres tipos de entrenadores debidamente capacitados y pagados, porque así “no tendrían prisa por meter cargas para buscar medallas y podrán decidir el área que les corresponde”.

No desistir de sus sueños, pide a nuevas generaciones

Madaí Pérez, señaló que sus inicios fueron diferentes a las condiciones actuales, en las que los jóvenes tienen al alcance la tecnología, lo que ha perjudicado al deporte.

Sin embargo, consideró que lo más importante es no desistir de los sueños, toda vez que recomendó a las nuevas generaciones a hacer lo que les gusta, “si te gusta será fácil y lo harás con pasión y cuando así sea serás el mejor, tendrás el mundo a tus pies, es el mismo consejo que doy a mi hijo”.

Añadió que si realmente quieren un objetivo, es imprescindible empezar a hacer lo necesario para llegar a donde quieran llegar.

Finalmente, la corredora manifestó que se mantendrá en este deporte mientras lo disfrute y esté bien sin tener que retirarse por alguna lesión, sino en un momento en donde siga la magia.

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