Todos los días los usuarios de internet estamos sometidos a una vorágine de noticias, muchas francamente desalentadoras e indignantes, pero en ese mar de confusión, llegan a pasar desapercibidas algunas notas importantes, sobre todo en la redes sociales en donde debe ser uno muy selectivo a la hora de informarse.

Pues bien, una de esas notas que es de enorme trascendencia por sus consecuencias en el sector laboral es el anuncio de que Telmex debe separarse ante diversos problemas que se han presentado, como el declive de la telefonía fija, la prácticamente nula competencia y la poca penetración del ancho de banda en nuestro país, que dicho sea de paso, nos cobran como si en verdad recibiéramos este tipo servicio.

Telmex y Teléfonos del Noroeste (Telcel) deberán separarse en un plazo de dos años por resolución del Instituto Federal de Telecomunicaciones, en dos empresas distintas, una que dará servicio a sus competidores y la otra al usuario final.

Surgieron diversas suspicacias entre los propios competidores e hizo saltar las alarmas entre los empleados que, como siempre en estos casos, resultarán los principales afectados; además, existen algunos pendientes, como impulsar la fibra óptica o el servicio de banda ancha, así como la interconexión, lo cual genera retrasos en un mundo globalizado y competitivo.

Este resolutivo no tuvo un apoyo total, pues tres consejeros del IFT votaron en contra y la empresa América Móvil desde un inicio impugnó la decisión y advirtió no va a subsidiar ni financiar las operaciones de la entidad separada, lo que condena a la nueva empresa a nacer quebrada.

Con todo esto, los más afectados serán los más de 45 mil trabajadores sindicalizados, pues el resolutivo ordena que la nueva empresa deberá contar con personal independiente. Ya el sindicato ha amenazado con un paro el cuatro de abril y advierten de mayores movilizaciones de no obtener respuesta al acuerdo realizado con el entonces secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida.

La lectura del sindicato de telefonistas es que esta decisión esconde en realidad dañar al sindicato de telefonistas y por ende a los trabajadores y calificando de ilegal la decisión que afectará la estabilidad financiera de la empresa, por lo tanto, han tomado la decisión de recurrir a un amparo y otras acciones legales, como un emplazamiento a huelga.

El dirigente Francisco Hernández Juárez acusa que se ha tratado de ocultar información y marginar al sindicato de decisiones fundamentales, por lo tanto perciben un daño al organismo y a los trabajadores.

Con estas acciones se vulneran una vez más los derechos de los trabajadores y de las familias en su conjunto que a diario tienen que lidiar con las consecuencias de las políticas económicas que se implementan en el país y que tanto encarecen la posibilidad de una vida digna y dificultan en extremo el desarrollo y aspiraciones a mejores condiciones de subsistencia ¿Qué más viene?

Retroalimenta: malo_en@hotmail.com

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