El pasado lunes 30 de abril, Aleydi Nerey Flores Flores, de tan solo 15 años de edad realizó una exposición de dibujos de su autoría en el Teatro Xicohténcatl, con el fin de recaudar fondos para continuar sus estudios debido a que hace un año inició una dura batalla contra el cáncer.

Aleydi se desenvolvía como cualquier otra adolescente, estudiaba la secundaría en la Técnica 12 del municipio de Tepeyanco de donde es originaria y en sus tiempos libres salía con sus amigos a pasear o al cine, estaba a punto de concluir el sexto semestre cuando comenzó a experimentar extraños síntomas.

Nerey Flores quiere continuar con sus estudiosLos síntomas

Fue en julio de 2016, cuando regresaba de un viaje de Monterrey cuando comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho y mucha fatiga que la llevó al punto de desmayarse, inmediatamente su madre Nerey Flores la llevó con un médico de confianza, sin embargo, después de dos meses de tratamiento no mejoró, por lo que le siguió la visita a un médico más, que tampoco pudo darle un diagnóstico certero.

De acuerdo con su mamá, poco a poco el semblante de Aleydi comenzó a mostrarse cansado y sus ojos dejaron de irradiar la misma felicidad de antes, además comenzó a presentar un intenso dolor en una de sus piernas que no la dejaba dormir y que incluso le impedía caminar con normalidad.

Yo no sabía lo que le estaba pasando, dije dios mío ¿qué será? empezó con cansancio y después ya rengueaba por lo que decidí llevarla con un especialista, pero mi esposo y yo somos comerciantes no ganamos lo suficiente y no teníamos mucho dinero, entonces una sobrina me recomendó llevarla al Hospital Infantil”, explica.

El diagnóstico

Después de varios estudios, la especialista le informó el diagnóstico: leucemia mieloide aguda, un tipo de cáncer que se origina cuando los glóbulos blancos, que se elaboran en la médula ósea, son anormales y no se convierten en células sanas. Estas células anormales desplazan a las normales y por eso al cuerpo del paciente le cuesta más combatir las infecciones.

«Cuando escuché el diagnóstico la doctora me dijo no te vas a morir, vas a estar en tratamiento y te vas a poner bien. Yo no me puse muy triste, yo creo que porque no entendí  o aún no entiendo la magnitud de las cosas porque para mí es como cualquier otra enfermedad”, confiesa.

En enero de 2017, Aleydi inició con su tratamiento en el Hospital Infantil de Tlaxcala, primero pasó dos meses internada y posteriormente en marzo vinieron las quimioterapias que le fueron aplicadas una vez al mes, por lo que tenía que pasar hasta cuatro días en el hospital, lo que le impidió continuar con sus estudios de educación media superior.

«Dejar la escuela y la caída de mi cabello por los efectos secundarios de la quimioterapia fue lo que más me dolió, pero fue en esta etapa donde me di cuenta que mi enfermedad fue como algo neutro porque en el hospital había niños que tenían enfermedades incurables con las que van a vivir durante toda su vida o algunos que ya estaban desahuciados, los casos de bebés fueron los que más me dolieron porque yo ya estoy grande y puedo decirle a mi mamá cómo me siento pero los bebés no pueden decir qué les duele«, revela con un tono de impotencia.

El tratamiento

Tras diez meses de tratamiento químico, en enero de 2018 le hicieron un nuevo estudio de la medula ósea el cual arrojó como resultado que el mal había sido controlado, sin embargo, deberá estar bajo vigilancia durante cinco años más, sin embargo, eso no es algo que le robe las ilusiones a Aleydi.

«Me siento feliz, en el momento que la doctora me dijo que puedo hacer mi vida normal como antes, ir al cine, subirme a una bicicleta, jugar, poder comer de todo. También ya comencé a hacer algunas actividades como barrer, lavar los trastes, bañarme sola y hasta practicar taekwondo, lo que más me pone contenta es que ya voy a poder regresar a la escuela y ya inicié con el proceso de admisión, mi sueño siempre había sido estudiar en el Cbtis 3 de Tlaxcala«, confiesa entusiasmada.

Nerey Flores quiere continuar con sus estudios

Quiere estudiar la prepa

Reveló que su «gusto culposo» son las matemáticas por lo que una vez que concluya la preparatoria desea estudiar Contabilidad, sin embargo, para su nueva etapa escolar sus padres deberán realizar algunos gastos por lo que al conocer la situación económica por la que atraviesan decidió junto con su hermano menor, realizar algunos dibujos que puso en venta para costear su inscripción y sus útiles escolares, mismos que actualmente se encuentran expuestos en el Teatro Xicohténcatl.

También aprovechó para enviar un mensaje de aliento a todas aquellas personas que atraviesan por alguna enfermedad.

Yo pienso que si tú tienes ganas de vivir vas a hacerlo,  también le diría a todos los niños o personas adultas que tienen lo mismo que yo, que sean fuertes, que digan me tocó esta enfermedad pero voy salir adelante«.

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