“Por desgracia la corrupción está muy extendida en las agencias gubernamentales y las empresas públicas. Nuestro sistema político promueve nepotismo y gastar dinero. Esto ha socavado nuestro ordenamiento jurídico y la confianza en el funcionamiento del Estado”.
Georgios Papandeou
Toparse con la realidad
Hace más un par de décadas que llegué a uno de los estados más bellos de país: Tlaxcala, en el que sin pensarlo eché raíces y al que, ahora, profeso gran cariño porque es terruño del que mi hijo es originario.
En aquel tiempo pensaba que conseguir un empleo en Tlaxcala dependía de mi calidad profesional y la experiencia que había adquirido laboralmente, por ello, imprimí una decena de expedientes con mi currículum vitae. En cada una de las dependencias estatales o federales que visité las preguntas siempre fueron las mismas: ¿De parte de quién viene recomendada? ¿Es familiar de algún funcionario? ¿Quién la envía conmigo? ¿Trae alguna carta de recomendación de alguien en particular? La respuesta siempre fue: no, no, no, no.
A medida que transcurrió el tiempo y comencé a conocer la dinámica mediante la cual se conseguía empleo en Tlaxcala, me di cuenta que el gasto en copias fotostáticas fue infructuoso, seguramente todos y cada uno de mis currículum vitae fueron a dar al cesto de la basura, en el instante mismo, que llegaron a las manos de quien –con rostro de sorpresa e incredulidad- lo recibió.
Pasados algunos años, y luego de compartir este fragmento de mi historia con algunos amigos, las risas siempre afloraron y la pregunta fue: ¿de verdad creías que así conseguirías empleo? Vaya ilusión la mía.
La realidad
El anecdotario personal sirve para ilustrar las formas en las que se establecen relaciones en muchos lugares y en distintos contextos. Y es que conocimos mediante una publicación en una revista de circulación nacional cómo se consigue fácilmente un empleo en el Poder Judicial.
La información es resultado de una investigación que publica Animal Político que fue llevada a cabo en las 31 entidades y entregada a la Judicatura Federal y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A partir del estudio se revela que la fórmula es sencilla, sólo hay que ser padres, hijos, parejas, sobrinos, suegros, amigos, tíos, familiares o amantes de algún funcionario público para obtener plazas altamente remuneradas.
Esa situación se ha reproducido a lo largo y ancho de nuestro país, en donde las plazas no son sometidas a concurso, ni son el resultado de méritos académicos o intelectuales, sino, simple y sencillamente, son el resultado de compadrazgos, relaciones políticas; amistades o compromisos de algún tipo. Los espacios laborales se han convertido en premios o castigos; asuntos de persecución política, cacería de brujas, le denominan algunos; o bien, de agradecimiento por “estar”.
¿Y la bella Tlaxcala?
El Poder Judicial de Tlaxcala esta en esa lista en donde jueces y magistrados han utilizado su posición dentro de la estructura de poder para colocar –a muchos de los antes enlistados- en plazas en donde se pagan los más altos sueldos de este poder.
Según el artículo 97 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos “La Suprema Corte de Justicia nombrará y removerá a su secretario y demás funcionarios y empleados. Los Magistrados y jueces nombrarán y removerán a los respectivos funcionarios y empleados de los Tribunales de Circuito y de los Juzgados de Distrito, conforme a lo que establezca la ley respecto de la carrera judicial”.
Lo que fue legislado para mantener la autonomía de jueces y magistrados se ha convertido en una auténtica agencia de colocación para familiares de los servidores públicos.
Sin duda sorprende la capacidad que tienen estos servidores públicos para evitar señalamientos y es que llevan a cabo “enroques” o intercambios de puestos para familiares, con funcionarios de otros distritos, práctica que se ha hecho común según lo señala el informe.
“Pese a ser el estado más pequeño, Tlaxcala registra uno de los más altos porcentajes de nepotismo judicial, del 70 por ciento en el caso de juzgadores y de 45 por ciento entre los funcionarios del vigésimo octavo circuito”.
El dato curioso
Para aquellos que dudan todavía que luego del divorcio puede generarse una amistad solidaria, basta ver lo que ocurre en el Estado de México y Guanajuato en donde un Magistrado mantiene trabajando a su exesposa y a su actual pareja.
“Un magistrado del segundo circuito, del Estado de México, tiene trabajando a su actual cónyuge en el cargo de secretario de tribunal y a su expareja como secretario de juzgado; además, empleó a su cuñado como oficial administrativo”.
“En el circuito correspondiente a Guanajuato hay un caso parecido: un magistrado tiene a su excónyuge como oficial administrativo y a su actual pareja como secretaria del tribunal, además de emplear a dos hijos”.
A pie de página
Ojalá con la autorización que brindó el Congreso del estado al Ayuntamiento de Tlaxcala para adquirir deuda por el orden de los 32 millones de pesos, se contemple aplicación de recursos para algunas comunidades de Tlaxcala que llevan esperando más de cuatro décadas por la pavimentación de alguna calle. Hay quienes han visto pasar campañas, administraciones y el ofrecimiento de múltiples beneficios que no han llegado a la fecha.
Esperamos que la administración de la presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos, cuente con la información adecuada para hacer un uso eficiente y eficaz de los recursos públicos y dar respuestas a esas comunidades olvidadas por múltiples administraciones.
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