El miércoles de la semana pasada, los verdes pastos de la ganadería De Haro fueron sede de una tienta entre tres matadores de toros que han destacado por sus argumentos taurinos y personalidad dentro del ruedo.

Y es que a propósito de la presentación del cartel para la “Corrida Navideña” en el municipio de Apizaco, tanto José Luis Angelino, como Arturo Macías y Sergio Flores, deleitaron a la prensa invitada con la tienta de tres becerras que fueron bien calificadas en términos generales por el ganadero Antonio De Haro.

La Otra Fiesta del Periódico Síntesis estuvo presente lo mismo en la rueda de prensa como en la tienta de vacas, en medio de un ambiente campirano, pero que a la vez traslada a lo más íntimo de la fiesta de los toros.

Fue una iniciativa fresca el hecho de llevar a cabo la rueda de prensa en la ganadería, para que posteriormente los integrantes del cartel tentaran reses del hierro de la divisa tabaco y oro.

Las vacas cárdenas De Haro salieron una a una con entusiasmo y gallardía al ruedo de tientas de esa ganadería, cobijado por los potreros en donde pastan sus ejemplares.

El primero en tentar fue José Luis Angelino, que se cansó de saborear los pases a una buena vaca que dio positiva pelea en el caballo y fue codiciosa en todo momento a la muleta del hijo del bien recordado “Pulques”.

Las labores de tienta fueron complementadas por el hidrocálido Arturo Macías, que también mostró sus finas maneras de torear a la segunda vaca De Haro puesta para la ocasión.

El tercero en escena fue el de Apizaco, Sergio Flores quien, nuevamente, evidenció el momento en el que se encuentra. El tipo disfruta frente a las reses, se siente torero y demuestra por qué se ha colocado en un lugar especial en la fiesta de los toros de nuestro país.

Mientras, el ganadero Antonio De Haro en la intimidad de su burladero, tomaba nota del desempeño de sus vacas ante la mirada de colegas como Marco Antonio González Villa de Piedras Negras y Sabino Yano de Tenexac, ganaderías no menos emblemáticas de la baraja tlaxcalteca.

Jornada campera en  la ganadería De Haro

Corrida con identidad

La “Corrida Navideña” en el municipio de Apizaco le dio identidad, sobre todo en la década de los noventas, en la que había corrida lo mismo en navidad que en año nuevo con buenas entradas.

Ambas fechas eran esperadas por la afición a los toros como de las más importantes, sin embargo se fueron perdiendo con el paso de los años, al grado de olvidarse, o bien, montar festejos de medio pelo a los que la afición respondía poco.

Para esta edición, el alcalde de Apizaco, Julio César Hernández Mejía, quien no oculta su afición a los toros, decidió que a la “ciudad rielera” se le regrese parte de esa tradición taurina que le caracteriza, pero que lamentablemente por festejos poco serios se dio al traste con esa fecha tan representativa para el calendario taurino.

Esencia de la fiesta brava

Las tientas en el campo bravo representan una de las tantas vertientes que agrupa la fiesta brava. Es ahí donde, quizás, comienza todo; el campo bravo se convierte en cómplice indiscutible de lo que pasa en el ruedo de una plaza de toros.

Los ganaderos escrupulosos llevan con mimo el desarrollo de sus toros. Durante cuatro o cinco años, vigilan que nada les ocurra a sus ejemplares en el campo para que su crecimiento sea el óptimo para llegar a una plaza de toros “con toda la barba”.

Ellos saben dar lectura al comportamiento de los de su casa ganadera, pero en las tientas confirman esos conocimientos que por años han desarrollado en la crianza de las reses bravas.

La tienta sirve para eso. Es una herramienta infaltable para la crianza del toro de lidia, evaluar el comportamiento de sus ejemplares y así, procurar que la sangre tenga un renuevo o mejora, pero eso sí, en el caso de los ganaderos tlaxcaltecas, evitar que se caiga en la mansedumbre que tanto gusta a las figuras ultramarinas.

Jornada campera en  la ganadería De Haro

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