Aunque ya se ha vuelto una tradición que muchas personas quemen pirotecnia durante las fiestas decembrinas como una forma de diversión, la venta de estos artículos han ido en descenso, así lo señala Karen Arunza Nopala comerciante del tianguis artesanal de pirotecnia del municipio de Sactórum, quien refiere que esto puede deberse al temor que han generado entre la población algunos eventos desafortunados que se han presentado en otras entidades.

Ella al igual que ocho miembros más de su familia se dedica a esta actividad que les fue heredada por su abuelo paterno quien inicio con el negocio hace 30 años y que al igual que el 60 por ciento de la población representa el sustento de sus familias.

Revela que los productos más demandados por los consumidores en su establecimiento denominado Fireworks MX son las chispitas, cometas, cohetes de trueno, luces de bengala, kraker, cometas, mosaicos de lluvia, entre otros.

Trabajan todo el año en la producción de los juegos pirotécnicos pero la temporada con mayor afluencia de compradores inicia desde mediados de agosto, previo a las fiestas patrias y hasta diciembre por la Navidad y Año Nuevo.

Reportan bajas ventas de pirotecnia en Sanctórum

“Es bonito elaborarlos y explicarle a la gente como funcionan porque cada cosa tiene su chiste, para poder atender la demanda del consumidor cada año se crean artículos novedosos”, dijo.

En el taller familiar elaboran cientos de variedades de artefactos permitidos por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), autoridad que supervisa los inmuebles de creación y venta para verificar que cumplan con las normas de seguridad necesarias.

Sus principales consumidores provienen de los 60 municipios de Tlaxcala, así como de otros estados Puebla, Ciudad de México, Hidalgo, Veracruz, Campeche, Yucatán, Coahuila, Monterrey e incluso personas extranjeras, puesto que el tianguis se encuentra a unos metros de la autopista Apizaco – Calpulalpan y Arco Norte.

Arunza Nopala, mencionó que las personas que compran este tipo de productos deben ser responsables con su manejo, pues por más indefensos que parezcan no se debe de olvidar que contienen pólvora por lo que no deben de ser manipulados por niños sin la supervisión de un adulto.

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