Escrito por: Juan Fernando Espino Rubio
A lo largo de este año, hemos sido testigos de la aparición de lo que parece ser un nuevo grupo social, los fifís. Tenemos escritores, estudiantes, investigadores, médicos, deportistas, artistas, profesionistas y ahora también policías fifís. O al menos eso señaló el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño hace algunas semanas, al expresar que los policías en operativos migratorios se quejan porque quieren seguir como fifís, debido a que estaban acostumbrados a estar en hoteles y comer en bufetes.
Aún cuando en este caso el funcionario se refirió exclusivamente a los elementos federales, considero que es una excelente oportunidad para hacer una breve reflexión sobre el contexto general del policía en México, el cual históricamente ha enfrentado distintos obstáculos para realizar su trabajo, principalmente porque es acosado y violentado por la sociedad, con la diferencia de que ahora también recibe ataques por parte del gobierno, no solo mediante críticas, sino también a través de recortes presupuestarios.
En este sentido, hace poco se publicaron los resultados de la encuesta denominada “¿Qué piensa la policía?”, llevada a cabo por la organización Causa en Común, en las 32 entidades federativas de la República Mexicana, instrumento que resulta verdaderamente interesante debido a que se emplea desde la cosmovisión del propio policía, el cual expresa información sobre sus percepciones, opiniones, sentimientos e intereses; evitando hacer un análisis externo desde la percepción ciudadana, lo cual es más común en este tipo de estudios.
El primer punto a resaltar mediante este instrumento, es el referente a que 49 por vocación de los elementos encuestados señalaron que la principal razón por la cual decidieron ser policías era por vocación, es decir, en la actualidad existen un gran número de individuos que consideran a la función policial como una manera de servir a la sociedad, la cual en los últimos años se ha caracterizado por agredir y maltratar al policía.
Riesgo alto, salarios bajos y pocas oportunidades
De acuerdo a los resultados obtenidos mediante la encuesta, únicamente el 12 por ciento de los elementos policiacos en México ganan más de $15,000 al mes, paga que resulta minúscula tomando en cuenta los riesgos constantes ante los cuales se enfrenta un policía en el ejercicio de sus funciones, en un país en el cual han sido asesinados 189 elementos durante el 2019.
Por si fuera poco, los policías también deben emplear parte de su salario para ejercer sus funciones de manera adecuada y segura: 48 por ciento de los encuestados señalaron haber pagado sus botas de trabajo, mientras que 43 por ciento el uniforme y 14 por ciento chalecos antibalas.
Respecto a las oportunidades de crecimiento, el 66 por ciento de individuos declararon nunca haber recibido un estímulo o reconocimiento, mientras que el 71 por ciento jamás ha recibido un ascenso.
Policías de usos múltiples
En nuestro país los elementos de seguridad reciben órdenes para realizar labores que no les corresponden: el 62 por ciento de los encuestados señaló haber realizado encargos personales, el 31 por ciento trabajos de mantenimiento en lugares públicos e incluso el 12 por ciento haber acudido como acarreado a algún mitin político.
Responsabilidad compartida
La encuesta realizada por Causa Común deja al descubierto que los gobiernos estatales no están valorando de manera adecuada la labor tan importante que deben desempeñar los policías, debido a que les ofrecen una paga a todas luces injusta y desproporcional en comparación de los riesgos que su trabajo implica, así como poco material de trabajo, nulas oportunidades de crecimiento y reconocimiento. De igual manera, los emplean en funciones que no les corresponden.
Sin embargo, también hemos fallado como sociedad, muestra de esto es que el 61 por ciento de los encuestados consideraron haber sido discriminados por civiles, incluso una de las participantes señaló: “estoy harta de la discriminación y generalización por parte de la sociedad. Soy un ser humano y también soy parte de la población”.
Resulta indispensable que se destinen más recursos con la finalidad de mejorar la calidad laboral y de vida de los elementos policiacos, así como también dotarlos de mayor seguridad social; en varios estados de la República Mexicana, los policías deben cumplir con ciertos años de servicio (en algunos casos hasta cinco) para que sus familiares puedan ser beneficiarios de una pensión en caso de fallecimiento en el ejercicio de sus funciones. Con poco material, salarios bajos, rechazo social, nulas oportunidades de crecimiento y una endeble protección social ¿quién va a querer ser policía?
Por otro lado, debemos inculcar en nuestra sociedad el valor y la importancia del policía como sujeto de contacto directo e inmediato frente a las contingencias ante las cuales la población requiere ser auxiliada. Sin duda alguna hay elementos que han cometido abusos y violencia en contra de la ciudadanía, sin embargo, esto no justifica que generalicemos y normalicemos un actuar violento en contra de los policías.
Twitter: @JUANFERESPINO