Tal como lo habían anunciado la semana pasada, decenas de unidades de transporte público sitiaron por varias horas el Palacio de Gobierno para solicitar una audiencia con el jefe del Ejecutivo estatal y pedirle que derogue el decreto que permite el funcionamiento de las plataformas.

El primero en llegar al lugar fue el líder de la Unión de Transportistas, Luis Texis Hernández, quien aseguró que no se afectaría a los usuarios toda vez que el servicio no se interrumpió ya que únicamente participó en esta movilización el 50 por ciento del total de unidades de la organización que representa.

“Se quedó la mitad para cubrir las necesidades de los usuarios, la indicación es que debemos de dar el servicio bien y está estable, los transportistas estamos unidos por esta circunstancia, hay uno que anda apareciendo por ahí que no tiene ni voz ni voto y se hace pasar por líder, nada más viene con sus choferes”, sostuvo.

Fue alrededor del mediodía, cuando autobuses, taxis, combis e incluso automóviles particulares arribaron en caravana a la Plaza de la Constitución de Tlaxcala capital para dar inicio a los bloqueos en las calles del primer cuadro de la ciudad, además de estacionarse en la explanada ubicada frente al edifico antes mencionado, de acuerdo con uno de los dirigentes eran más de 2 mil las unidades que se instalaron en la zona.

Minutos más tarde llegaron Indalecio Saucedo, Bernardo López Nieto y Hugo Salado Del Razo, de la Coordinadora Estatal del Transporte Público, quienes reiteraron su rechazo a las plataformas al afirmar que su economía se ha visto afectada con la entrada de este tipo de servicio “ilegal” ya que no pagan ningún tipo de impuesto.

“Atrás de Pronto hay alguien, porque no es posible que tres personas que están dirigiéndolo están cobrando 600 pesos de inscripción más el diez por ciento de lo que ganan, ¿a quién se le queda todo ese dinero?, eso es ilegal. Estamos pidiendo que las plataformas se den pero para el transporte público establecido, en este caso los taxis, le decimos a la ciudadanía en general que nos entiendan si no hacemos este movimiento nos van a matar económicamente”, sostuvieron.

Ante la mirada de elementos de vialidad, seguridad pública municipal y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes se apostaron en calles aledañas para evitar cualquier conflicto, los líderes transportistas se dirigieron a Palacio de Gobierno para exigir que se les permitieran ingresar y ante la espera los manifestantes comenzaron a gritar ofensas en contra de los guardias.

Finalmente se le permitió el ingreso a una comisión para que sostuvieran una mesa de negociación con las autoridades estatales que se extendió por varias horas, pues hasta el cierre de edición los líderes transportistas no habían salido del edificio.

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