Crear un entorno sano, confiable y sobre todo ameno para trabajar; buscar la interacción de personas de una forma respetable, equitativa e imparcial, impulsando el trabajo en equipo, la posibilidad de participación y toma de decisiones, es el propósito del Código de Ética que rige a todos y cada uno de los integrantes del Poder Judicial, destacó el magistrado de la primera ponencia de la Sala Civil-Familiar, Felipe Nava Lemus.
El maestro en Derecho Penal por la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), resaltó que este tipo de códigos permite que cada uno de los servidores públicos de la institución pueda ser oído, sin temor a ser juzgado o menoscabado.
“Se busca crear empatía para todas las personas, tanto en servidores como público en general, el ponernos en los zapatos de otros, muchas veces nos ayuda a entender por lo que atraviesa y así brindar una mejor atención, realizar nuestro trabajo con dedicación, transparencia y felicidad”.
Expuso que diariamente los seres humanos aprenden algo nuevo, el cómo y para qué utilicen esos conocimientos depende mucho del crecimiento intelectual, personal o profesional, así como, el tipo de madurez con el que se afrontan las situaciones que se presentan.
“Desde pequeños, nuestra familia nos inculca valores que el día de mañana y para todo tenemos que aplicar, nuestro enfoque profesional busca tener una visión más clara de lo que se pretende llevar a cabo, por ello, un Código de Ética para los servidores públicos no son simples reglas o mandatos que se deben de seguir, sino que buscan crear una integración y una fuente de confianza para desenvolver su trabajo de una mejor manera, todos buscan estar bien”.
El magistrado, reconoció que crear un ambiente donde todos puedan y se sientan a gusto trabajar, es una tarea difícil pero no imposible, ya que cada día es una nueva oportunidad para aprovecharla y para ser un buen profesionista, primeramente se debe ser una buena persona, hacer lo que los haga felices y sólo así se alcanzará el éxito, así como satisfacción que todos desde pequeños sueñan tener.
En ese sentido, Nava Lemus, precisó que en el Poder Judicial del Estado de Tlaxcala, existe un Código de Ética y Conducta que contiene principios, valores reconocidos y respetados en donde se establecen las prioridades éticas y de organización que todo servidor público esa institución debe seguir.
“El Código de Ética, responde a dos aspectos fundamentales: una obligación de carácter moral que es propia del individuo, es decir, la conciencia que debe tener el servidor público de que sus actos debe adecuarlos a normas de conducta, identificados con aspectos de responsabilidad, cumplimiento y honestidad; y segundo, que debe desempeñarse en la función encomendada”.
Estas normas éticas y aptitudes que establecen principios básicos, como la honradez, lealtad, eficiencia, excelencia tolerancia, compañerismo, capacitación, colaboración, confidencialidad, puntualidad, responsabilidad, optimización, igualdad de género y derechos, tienen como finalidad coadyuvar a la excelencia del servicio de impartición y administración de justicia, dijo.
“La ética profesional a nivel personal es importante, porque la profesión va forjando la propia personalidad de cada servidor público, es la que conecta todos estos principios, finalidades y valores para crear una sociedad mejor. El objetivo principal es unificar y fortalecer el servicio público para cumplir con los más altos estándares morales y profesionales, contar con principios que nos ayudan a desenvolvernos en el día a día”.
El impartidor de justicia, apuntó que sin valores sólidos se “coquetea” con el desastre y por el contrario, con valores sólidos, se puede ofrecer el cumplimiento del servicio solicitado. Por tanto, mediante el respeto y cumplimiento del Código de Ética y Conducta, se puede acabar con prácticas corruptas que destruyen valor y dañan la economía y la sociedad.
Agregó que si se estimula y fomenta la cultura organizacional con valores comunes que sirvan como guía para los individuos que prestan un servicio, podrán dar mayores componentes éticos a una institución, generar confianza, lealtad, ayuda a conocer cómo debe actuar, ya sean trabajadores, cargos intermedios o directivos; favorece la igualdad de condiciones y tratamiento entre los miembros de la Institución, pues se fijan las pautas de conducta y los criterios por los que se debe regir el desempeño profesional; previene o minimiza las situaciones de crisis o riesgo de la organización, ya que los conflictos son tratados en primera instancia y de forma interna; mejora la reputación e imagen de la Institución ante la sociedad.
“Concluyentemente el Código de Ética y Conducta que rige a los servidores públicos del Poder Judicial en el Estado de Tlaxcala, busca, ante todo, cumplir con la enmienda social que demanda el artículo 17 constitucional una justicia, pronta, gratuita e imparcial, pero sobre todo, que cuente con los mejores servidores públicos para beneficio de los justiciables”, concluyó.