En múltiples ocasiones cuando se habla de la higiene dental tenemos la creencia de que el cepillado de nuestros dientes es un súper héroe y los demás son solo complementos opcionales, pero la verdad es que no es el caso del hilo dental, que es fundamental para mantener nuestra boca sana.
El hilo dental es una herramienta básica, cuya tarea principal es alcanzar la placa y los restos de alimentos que tienden a quedarse o esconderse entre la línea de la encía y nuestros dientes, por lo cual el cepillo de dientes no logra llegar tan fácilmente a la zona afectada.
Convirtiendo al hilo dental en nuestro aliado número uno si se trata de la placa, al eliminar los alimentos que se encuentran en nuestros dientes también se cuida la salud de las encías evitando el mal aliento, pero sobre todo elimina enfermedades como la caries y enfermedades periodontales.
Por estas razones los odontólogos recomiendan utilizarlo una vez al día o como mínimo de de 2 a 3 veces por semana de la siguiente forma:
- De tu rollo de hilo dental toma un trozo que mida entre 45 y 55 cm.
- Posteriormente enrolla parte de este hilo en el dedo medio de la mano izquierda y parte en el dedo medio de la mano derecha.
- El hilo debe quedar tenso entre ambos dedos y debes sujetarlo con los dedos índice y pulgar de ambas manos.
- Para comenzar a manipular el hilo lentamente entre tus dientes con movimientos hacia atrás y adelante al llegar al área de las encías comienza a hacer un movimiento en forma de c contra tus dientes.
- Manteniendo el hilo contra el diente y raspa los laterales con cuidado pues sino lo tienes puedes lastimar las encías.
- Para retirarlo realiza el mismo movimiento de atrás y adelante y jálalo hacia fuera lentamente.
De esta manera conservaras tu boca sana.