Y se fue sin decir adiós. El depuesto presidente de Bolivia se fue de México sin despedirse, después de que el gobierno de México haciendo gala de sus capacidades y permisividades, enviara un avión a “rescatar” al líder cocalero y prácticamente asignarle asilo en una decisión muy criticada por diversos estratos ciudadanos.
Evo Morales dejó una estela de “sospechosismo” en su país, él por su parte negó cualquier mala acción que haya ocasionado su caída, por el contrario, se dijo víctima de un golpe de Estado y de “racismo”, no obstante en nuestro país, según se supo, continuó haciendo política a larga distancia, pues se le acusaba de mover los hilos de los movimientos violentos que se sucedieron tras su salida, incluso, trascendió una supuesta llamada telefónica donde motiva a bloquear la llegada de alimentos a las ciudades.
Todo esto culminó con un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el proceso en el que se reeligió Evo Morales a la presidencia por cuarta ocasión, en el que se reconocía “un manejo doloso” de documentación.
La Organización dio a conocer un informe en el que revelan la magnitud del fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre en Bolivia. El informe denuncia la alteración de cientos de actas, muchas de las cuales provenían de Argentina (ese país sería el objetivo final del viaje de Evo), además de firmas falseadas, pérdida de material sensible y hasta un servidor oculto.
Este informe final de la OEA bajo el título Análisis de Integridad Electoral Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia 20 de octubre de 2019, es usado por la fiscalía de ese país en su investigación acerca del presunto fraude electoral en las pasadas elecciones, según dijo este organismo.
En el resumen ejecutivo, el informe de la OEA expresa:
“Las manipulaciones e irregularidades señaladas no permiten tener certeza sobre el margen de victoria del candidato Morales sobre el candidato Mesa. Por el contrario, a partir de la abrumadora evidencia encontrada, lo que sí es posible afirmar es que ha habido una serie de operaciones dolosas encaminadas a alterar la voluntad expresada en las urnas”.
Todo esto coincidió además con la visita del procurador general de los Estados Unidos William P. Barr, en el marco de la inconclusa firma del T-Mec, la escalada de inseguridad en México con la consiguiente declaratoria del narcoterrorismo.
Se informó que dialogaron sobre cómo nuestros países trabajan juntos en el combate al tráfico de drogas, armas y seres humanos. Hablaron sobre la importancia de ir tras las redes financieras ilícitas y desmantelar el flujo ilegal de dinero, armas y drogas, así como el combate a la corrupción y el fortalecimiento de la cooperación para llevar a los criminales ante la justicia.
El procurador general Barr agradeció al gobierno de México por diversos asuntos recientes, incluyendo la detención de sospechosos de participar en el asesinato de nueve ciudadanos estadounidenses el cuatro de noviembre en el norte de México, y por la asociación con México en el combate a la migración ilegal a lo largo de nuestra frontera compartida.
Casi aparejado, el presidente Trump anunció que postergaba la declaración de terroristas a los narcotraficantes mexicanos, situación que hubiera vulnerado nuestra soberanía.
En medio de todo este escenario, Evo Morales decidió volar hacia Cuba, ¿coincidencia?, ¿desde el exterior vinieron a poner orden en México?
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