Texto y foto: Araceli Corona

Para la Cámara Regional de la Industria de la Masa y la Tortilla (Carit), la desaparición de la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Tlaxcala, es “buena, solo servía para amenazarnos y sacarnos dinero”, señaló el presidente del organismo Cruz Mora Avendaño.

Aunque esto no sea lo mejor para todos porque los consumidores estarán desprotegidos calificó como “bien” la decisión de que haya desaparecido la representación del gobierno federal.

Explicó parte de los problemas que enfrentaban con la Profeco, “tenemos que calibrar y verificar nuestras básculas cada año y eso nos costaba dinero y constantemente nos estaban hostigando, la mayoría de las ocasiones cuando tuvimos la necesidad de ajustar el precio siempre nos amenazaban que nos iban a meter a la cárcel o que nos iban a aplicar una multa de 2 millones de pesos, entonces creo que de nuestra parte está bien, pero sí creemos que afectará a los consumidores esta decisión porque ahora tendrán que ir hasta Puebla o Hidalgo a presentar sus quejas”.

Detalló que, en el caso de la calibración de básculas, la mayoría de los afiliados a la Carit tiene instrumentos de medición electrónicos y no se pueden alterar, “es muy difícil porque una alteración no sé cuánto estén cobrando, pero no convendría porque es una báscula que tiene un precio de 2 mil 500 pesos, las únicas que se pueden alterar son las básculas de balanza”.

Ante la situación económica que se vive actualmente, Cruz Mora refirió que todo negocio de este giro necesita apoyos del gobierno, pues al gremio siempre lo ven mal porque como es el último eslabón de la cadena en la producción de tortilla, recibe todos los golpes por parte del consumidor, “entonces sí necesitamos apoyo más que nada en efectivo”
Aunado a lo anterior, señaló que otro respaldo que solicitan del gobierno sería la regulación de los establecimientos informales porque a la fecha no existe.

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