Este sábado se hubiera realizado la tradicional Huamantlada, evento público taurino que esperaría una importante derrama económica tal y como sucede cada año en el municipio de Huamantla.
El año pasado 2019, la administración municipal estimó una derrama de 200 millones de pesos y para este año se esperó una cifra similar, misma que se perdió en su totalidad derivado de la pandemia por Covid-19.
Considerada como la capea más grande, la Huamantlada alberga cada año a miles de personas aficionadas a los toros y a curiosos que, en algunos casos, tiene su primer contacto con la fiesta brava en las calles de la comuna mueganera.
Aunado a ello, los habitantes se dijeron nostálgicos ya que esta fiesta que arranca previo al mediodía, espera año con año a la afición, a maletillas en busca de un toro bravo para practicar pases y lances con viejos capotes y desteñidas muletas.
Asimismo, quienes forman las barreras improvisadas dejaron de percibir importantes ingresos por este servicio, la comida callejera también sufrió un descalabro así como la venta de bebidas varias.
Ni se diga de las familias que abren las puertas de sus hogares para ser usados como estacionamientos, o bien, como fonditas económicas para los paseantes nacionales e internacionales.
Este sábado, se observan las calles huamantlecas como cualquier fin de semana, sin música, sin fiesta ni personas ataviadas con botas, sobreros, camisas a cuadros y pañoletas rojas atadas al cuello.
Sin duda, un duro golpe a las tradiciones y a la economía del conocido Pueblo Mágico, que también perdió la total realización de su feria, la noche que nadie duerme, las carreras de carcachas y sin duda alguna, la ya tradicional corrida de las luces.
