Jair Torreblanca Patiño
Emular lo que sucede en los estadios de Europa al permitirse ingreso en un porcentaje menor a aficionados es el anuncio bomba de la Liga MX para implementarlo en la jornada que viene.
El anuncio tiene sus pros y contras, más contras que pros y no hay que ser adivino para imaginar lo que sucedería con los aficionados ya dentro de un estadio. Olvidaría la sana distancia, la catarsis guardada por el confinamiento saldría a flote con porras y obvio el consumo de cervezas daría rienda suelta al deseo reprimido, que se ha acumulado durante los ya seis meses de pandemia.
El mexicano ha sido siempre un ser desordenado, que pide derechos, pero no quiere obligaciones, reclama, pero cuando se le pide cumpla, no lo hace. Así ha sido lo que ha sucedido durante estos meses donde no ha respetado el #quedateencasa, la #sabadistancia o el uso obligado del cubrebocas, por el simple hecho de creer en las redes sociales y en los «científicos» defensores de teorías conspiradoras que provocaron una desobediencia civil.
Esto mismo, trasladado a un escenario de libertad como lo es, un estadio, sería el lugar idóneo para demostrar la falta de cultura civil, ya lo hemos visto que en cuanto se han abierto plazas comerciales, el amontonamiento de gente ha sido la característica principal de estos lugares y no dudamos que esté actuar se replique en los recintos futbolisticos, justificado por el color de semáforo de cada entidad, que se ve en cada cambio como un permiso para salir.
Es ahí donde autoridades, han buscado darle freno a esta apertura y eso habla de la responsabilidad que existe para cuidar al máximo un rebrote en esta temporada, es cierto bajo el entendido de que los hombres del fútbol pasan por una crisis económica provocada por el Covid-19 y ellos más que nada mes urgía poner en movimiento el balón, sobre todo por los derechos de trasmisión, que es la ventana para sus patrocinadores y así permear un poco la situación imperante, con las empresas que venden sus productos al interior de la instalación.
Después de la fecha FIFA donde México ya ganó a Holanda y enfrentará el martes venidero al actual campeón africano Senegal, será importante ver, que plazas tendrán la anuencia de autoridad para dar luz verde de que poco a poco los aficionados regresen a las instalaciones deportivas y disfruten un partido de fútbol ya bajo esta «nueva normalidad».
En Tlaxcala, bajo semáforo amarillo, las condiciones sanitarias continúan con una taza de contagios que se ha mantenido, sin crecimiento exponencial, la situación económica se ha comenzado a dar apertura de forma gradual, con el fin de darle respiro a los comercios, pero bajo estrictas medidas con el fin de evitar que se tenga alguna cadena de contagio en estos puntos de reunión, al momento se tiene buen saldo.
Pese a este panorama, creemos que sería prematura pensar que el principal escenario del fútbol en la entidad, el estadio Tlahuicole se abriera. Lo decimos basado en la situación explicada en las primeras líneas de está columna, sobre todo al saber que somos dados a obedecer a medias las ordenes y sino lo cree, basta señalar que en partido ante pasado del equipo de Coyotes, donde hubo lluvia, los «reporteros» gráficos no cumplieron el estar en cancha y cómodamente se fueron a la zona de gradas para romper con un reglamento.
Este sencillo ejemplo, ilustra de manera clara lo que podría suceder ya con el ingreso de aficionados en un 50% de aforo, desde esperar sin guardar la sana distancia antes de ingresar al estadio, pasar por el filtro sanitizante y ya adentro, buscar romper con las reglas establecidas. Sobre todo porque en este momento hay mucho cúmulo de emociones que se buscan sacar a como de lugar y el futbol sería el mejor pretexto para hacerlo posible y en nada abonaría al momento que se vive actualmente.
Por si fuera poco, los focos de alarma que se encendieron en los días pasados, al darse a conocer que el equipo Coyotes que participa en liga de Expansion sumó 16 elementos entre jugadores y staff con contagio, lo que motivo a que los partidos que jugaría el miércoles pasado ante Tapatío y este día recibir a Tepatitlán, tuvieron que posponerse ante está emergencia sanitaria. Además de provocar que los entrenamientos también fueran suspendidos.
Hoy con controles continuos sucede esto, que garantías se tendrán en las diferentes ligas que ya han reanudado actividades justificadas en la «necesidad de darles deporte» a los cuidadanos y dónde no existen exámenes, solo aplicación de gel antibacterial y a la cancha. Cuál será la garantía de ofrecer seguridad? Sinceramente ninguna.
Por ello, al igual que el máximo cuidado que se tiene para no regresar a las aulas a los alumnos, así se ha manejado la mayoría de los espacios deportivos de la entidad, sobre todo al mantener una espera, que si bien ha sido larga, tampoco hay que apurarla, debido a que los eventos federados se han mantenido en stand bye por la contingencia sanitaria, solo con torneos virtuales y algunos presenciales como el caso del ciclismo y ajedrez o no?
Se consumó!
La desaparición de 109 fideicomisos entre ellos el dedicado al deporte (Fodepar) y será importante ver cuál será el manejo que se dé, sin esta figura. Sobre todo porque nuestras autoridades tendrán que recuperar lo que presuntamente se iba bajo la corrupción, disminuirlos y ahorrar lo más que se pueda para tener el mayor número de recursos para sus programas clientelares y electorales del próximo año, para disfrazados de públicos.
Comentarios para esta columna que no irá a los estadios al correo: detriunfosyfracasos@hotmail.com