De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), el pasado mes de septiembre el 51.8 por ciento de la población de 18 años de edad y más consideró que es inseguro vivir en la ciudad de Tlaxcala, cifra que es 6.3 por ciento inferior al 58.1 por ciento de marzo de 2020 y 9.2 por ciento menor al 61 por ciento de septiembre de 2019.
Lo anterior se desprende del vigésimo octavo levantamiento de la ENSU realizada en la primera quincena de septiembre de 2020, misma que da cuenta que en el noveno mes del año el 67.8 por ciento de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro.
Lo resultados que son publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indican que dicho porcentaje representa un cambio estadísticamente significativo respecto al 73.4 y al 71.3 por ciento de marzo de 2020 y septiembre de 2019, respectivamente.
Por sexo, la percepción de inseguridad del indicador destaca que esto sucede más en el caso de las mujeres con 72.7 por ciento, mientras que para los hombres fue de 62 por ciento.
La información oficial, revela que las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron Ecatepec, Fresnillo, Coatzacoalcos, Villahermosa, Toluca y Naucalpan con 92.8, 91.8, 91.1, 90.4, 88.9 y 88 por ciento, respectivamente.
Mientras que, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron San Pedro Garza García, La Paz, Mérida, Los Cabos, Cuajimalpa y Saltillo con 16.6, 21.8, 22.5, 26.9, 29.1 y 30.1 por ciento, respectivamente.
Los resultados de la ENSU revelan que 43.4 por ciento de la población de la ciudad de Tlaxcala tuvo de manera directa, durante el tercer trimestre de 2020, algún conflicto o enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno. Esta cifra creció con respecto al 37.8 por ciento del primer trimestre de este año.
El 24.5 por ciento de la población consideró al gobierno de la ciudad de Tlaxcala como “muy o algo efectivo” para resolver los problemas más importantes, esto es, una de cada cuatro personas.
También se da a conocer que, de enero a septiembre de 2020, el 59.3 por ciento de la población de 18 años y más experimentó algún acto de corrupción al tener contacto directo con autoridades de seguridad pública de la ciudad de Tlaxcala por incidentes de tránsito, infracciones, detenciones por riñas, faltas a la moral o administrativas.
En los primeros seis meses de 2020, en el 23.2 por ciento de los hogares de la ciudad de Tlaxcala al menos un integrante fue víctima de robo o asalto en la calle o en el transporte público o sufrió extorsión.
En el 19.6 por ciento de los hogares al menos algún integrante fue víctima de robo o asalto en la calle o en el transporte público, robo total de vehículo, robo de accesorios, refacciones o herramientas de vehículos; robo a casa–habitación y robo en forma distinta a las anteriores.
En el 5.7 por ciento de los hogares de la capital algún integrante fue víctima de extorsión durante el primer semestre de 2020.
La percepción de inseguridad en espacios físicos fue en 78.1 por ciento de la población en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, 72.8 por ciento en el transporte público, 65.8 por ciento en el banco y 60.3 por ciento en las calles que habitualmente usa.
En septiembre de 2020, 33.2 por ciento de la población de 18 años y más residente en las ciudades de interés, consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, lo que representa un cambio estadísticamente significativo de –1.3 puntos porcentuales respecto a marzo de 2020.
Por otra parte, 33.4 por ciento de la población refiere que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo que representa un cambio estadísticamente significativo de 7 y 1.4 puntos porcentuales respecto de septiembre de 2019 y marzo de 2020, respectivamente.
Durante el tercer trimestre de 2020, el porcentaje de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda fue: consumo de alcohol en las calles (61.3 por ciento), robos o asaltos (57.1 por ciento), vandalismo en las viviendas o negocios (45.2 por ciento), venta o consumo de drogas (39.7 por ciento), disparos frecuentes con armas (39.6 por ciento), bandas violentas o pandillerismo (29.3 por ciento), tomas irregulares de luz (diablitos) (14.9 por ciento) y robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol) (3.7 por ciento).
El 61.8 por ciento de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que durante el tercer trimestre de 2020 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito; mientras que 51.9 por ciento reconoció haber cambiado hábitos respecto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las 8 de la noche”; 50.4 por ciento cambió rutinas en cuanto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda” y 37.3 por ciento cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
